Solo falta que en el Partido Patriota (PP) se pongan de acuerdo con los listados de candidatos, ya que se ha desencadenado una lucha de poder en ese sentido.

Algunos funcionarios comenzaron a dejar el Ejecutivo desde el año pasado, como Alejandro Sinibaldi y Guillermo Sosa, exministro y ex viceministro de Comunicaciones, respectivamente.

LOS QUE SE VAN

La mayoría dice públicamente que no ha decidido, pero se mantienen las versiones de que Carlos Contreras, ministro de Trabajo y Previsión Social, y Michelle Martínez, de Ambiente y Recursos Naturales, dejarían sus cargos para buscar un escaño en el Congreso. Ambos son miembros del Comité Ejecutivo del PP.

Mediáticamente, Contreras gusta de aparecer en eventos económicos, mientras que Martínez ha mantenido perfil bajo.

También se menciona a Leonel Rodríguez, ministro de Desarrollo Social, el “más acompañado” por el presidente Otto Pérez Molina en actos públicos en la provincia, según reconoció el propio gobernante.

Esa estrategia fue utilizada también con Sinibaldi y ahora con gobernadores y alcaldes oficialistas que buscarán la reelección.
Con la salida de esos funcionarios solo quedarían Mauricio López Bonilla, de Gobernación; Sergio de la Torre, de Economía; Cynthia del Águila, de

Educación; y Érick Archila, de Energía y Minas, como los ministros que perduran en el gabinete original.

También se dice que se irán Rubén Mejía, viceministro de Comunicaciones, y Arkel Benítez, viceministro de Gobernación.

En otro nivel, se prevé que deje el cargo Germán Velásquez, secretario de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia; Elizabeth Quiroa, secretaria presidencial de la Mujer; Pedro Duchez, director del Instituto Guatemalteco de Turismo, y Alejandra Carrillo, directora del Consejo Nacional de la Juventud.

Se agregarían Byron Santizo, director del Fondo de Desarrollo Social, y Óscar Córdova, coordinador ejecutivo del Fondo Social de Solidaridad.

Fuentes del PP informaron que aún hay disputas por la formación de los listados, especialmente el nacional, debido a que Baldetti, Sinibaldi y López Bonilla encabezan las tres corrientes patriotistas que buscan colocar a sus candidatos.

FECHAS TOPE

Aunque la ley no especifica explícitamente una fecha límite para la renuncia de funcionarios que participarán como candidatos a diputados, sí establece la prohibición de hacer campaña antes de la convocatoria a elecciones, en mayo.

Sin embargo, durante la gestión de Óscar Berger se puso como fecha tope el 31 de enero del año electoral 2007. Ese mes renunció casi una decena de funcionarios, entre ministros, viceministros, secretarios y gobernadores.

En la administración de Álvaro Colom, el 5 de enero del 2011 “se cerró la tienda” de quienes deseaban una diputación o alcaldía. Ese día fueron presentados 12 nuevos integrantes de gabinete, en sustitución de los que se iban a la campaña electoral.

Durante el gobierno de Otto Pérez Molina, la mayoría de salidas están programadas para enero y febrero, aunque podrían comenzar de manera paulatina y extenderse, incluso, a marzo.

A principios de enero, el gobernante dijo que ya no haría cambios en el Gabinete, al menos a nivel ministerial, pero ha evitado mencionar qué funcionarios de otras dependencias dejarían el cargo y que el comité ejecutivo del PP está pendiente de decidir sus listados para diputaciones o, en el caso de Contreras, si este sería el compañero de fórmula de Sinibaldi.

SIN IMPEDIMENTO

Valentín Gramajo, secretario de Actas del Comité Ejecutivo del PP, afirmó que los ministros que pertenecen al partido y que buscarán diputaciones no tienen impedimento para continuar en sus cargos después de la convocatoria a elecciones.

Gramajo comentó que los diputados que participarán como candidatos tampoco tienen prohibición, pero sí quienes buscarán alguna alcaldía.

“Los ministros pueden —seguir en el cargo—, pero no es correcto. Deberían renunciar, pero no porque esté prohibido, sino porque pueden haber malas interpretaciones”, enfatizó el parlamentario.

ANALISTA -Posiciones de ventaja-

José Carlos Sanabria, analista político de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, opina que los listados de diputaciones son espacios en donde, por pertenecer al Partido Patriota, varias personas podrán competir en las próximas elecciones para ocupar escaños en el Congreso.

Ese posicionamiento en el Legislativo, dijo el politólogo, se concretará porque, en el caso de los ministros, son “figuras importantes” dentro del partido, y seguramente serán colocados en los listados, en posiciones que les garantizarán entrar en el Parlamento.

El experto hizo ver que los partidos utilizan varios criterios para seleccionar a sus candidatos,  al preguntarle sobre la idoneidad de las personas y la capacidad legislativa que deberían tener.

“En la configuración de nuestro sistema electoral se vota por listas, y no por personas. Son listas bloqueadas, no abiertas”, recordó.

POLITÓLOGA -Premian la lealtad-

Las personas elegidas para ocupar listados de diputaciones, especialmente el nacional, son seleccionadas no por la capacidad que puedan tener para legislar  sino por su lealtad a los dirigentes del partido, analizó la politóloga Carmen Ortiz.

“Se les está escogiendo porque son  de confianza del presidente y la vicepresidenta,  y eso es lo que al final va a determinar cuál será su posición dentro de las diferentes casillas”, dijo.

Ortiz agregó: “Esa lealtad es lo que les va a permitir  al presidente o a la vicepresidenta  tener injerencia en el Congreso con estas piezas claves que  al final  van a responder  a sus intereses”.

Recordó que en una lista nacional la gente no vota por personas, sino por partidos. Entonces, el hecho de que la ministra de Ambiente no sea conocida  como  el de Gobernación,  no es impedimento.

Independientemente del tiempo que hayan permanecido en el Gobierno los futuros diputados, según Ortiz, por ser una labor completamente distinta  tendrán que llegar a aprender al Congreso y de su dinámica, correlaciones de fuerza y su ley orgánica.

CONSULTORA -Se promocionaron-

Según Jennifer Brol, consultora política, el problema de la coyuntura que se comienza a dar    en el año electoral   es que los cuadros de trabajo del Gobierno ya han utilizado sus puestos para promocionarse.

“Muchos de los funcionarios utilizan como plataforma los ministerios o las secretarías, para impulsar sus candidaturas”, indicó Brol, al  referirse a Sinibaldi y otros ministros que competirán por diputaciones.

“En el gabinete de un gobierno deberían estar tecnócratas que cumplan de principio a fin con la tarea que se les ha encomendado. Vemos el abandono como una práctica para evadir responsabilidades finales  e incluso buscar algún tipo de privilegios e inmunidades que otorgan los cargos de elección popular”, afirmó la consultora.

Brol  indicó que a eso también se le conoce como “transfuguismo interno”; es decir, abandonar el cargo  para migrar a un peldaño más alto  o   mantenerse en el poder desde otra área.

“Se convierte en una lucha de poder  dentro de  los partidos por buscar la supervivencia política, lo que deja claro  que no existen cuadros tecnócratas que ejecuten su misión”, enfatizó.