“Reconozco que yo he firmado actas donde no se llevó a cabo ninguna reunión de comisión de trabajo, lo he consentido y me da vergüenza, pero aclaro que lo he hecho cuando, por ejemplo, se dice que se analizó algún dictamen, y al tiempo que me dan el acta también me dan el dictamen para estudiarlo”, manifestó el diputado de Winaq, Amílcar Pop, quien está inscrito en 16 salas de trabajo.

Esa versión la repiten varios legisladores, aunque solicitaron no ser citados. La mayoría reconoce que han suscrito actas donde se ha simulado alguna reunión, y no han visto cuando las secretarias o ujieres han acudido con las actas para que sean firmadas.

“La semana pasada se convocó a la Comisión de la Mujer, pero solo querían que firmáramos un acta donde decíamos que había habido una reunión que en verdad nunca se llevó a cabo, muchos nos negamos”, denunció la diputada Delia Back, de Libertad Democrática Renovada (Líder).

El presidente del Congreso, Arístides Crespo, afirmó que no ha tenido conocimiento de ese tipo de circunstancias. “No hemos recibido ninguna denuncia al respecto, ni en la Comisión Permanente ni en la Presidencia” del Legislativo, aseguró.

Crespo indicó que el diputado Alfredo Rabbé es el encargado por la Junta Directiva para verificar la labor de las comisiones antes de que se autorice el pago de dietas. Prensa Libre intentó obtener su versión, pero no respondió las llamadas a su celular.

Según la Ley Orgánica del Organismo Legislativo, cada sala de trabajo recibe Q3 mil de caja chica para gastos de representación o que utilizan en las reuniones de trabajo para la compra de refacciones para los asistentes, por ejemplo.

Los diputados reciben Q5 mil en dietas por acudir al menos a dos reuniones en cualquiera de las comisiones en que participen. Según la normativa, están obligados a pertenecer al menos a dos salas.

Trabajo paralizado

Otra sala donde tampoco ha habido reuniones es la de Agricultura, Ganadería y Pesca, refirió el diputado de Compromiso, Renovación y Orden Óscar Chinchilla, quien indicó que ni se le ha convocado, a pesar de que hay temas importantes por discutir.

De igual forma está la Comisión de Comunicaciones, que no ha formulado ninguna convocatoria, a pesar de que es una de las más importantes, manifestó Chinchilla.

También se quejaron de las salas de Finanzas y Moneda y la de Energía y Minas.

Leonel Lira, diputado de Encuentro por Guatemala, se mostró preocupado porque la Comisión de Derechos Humanos no ha convocado a reunión, a pesar de que debió haberse hecho de urgencia después del asesinato del relator suplente de la Oficina Nacional de Prevención de la Tortura en Guatemala, José Antonio Menéndez Sandoval, el viernes último.