La población exige que se tomen en cuenta las consultas comunitarias antes de efectuar cualquier trabajo en el río Chixoy. Además, expresaron su temor de que el embalse de la planta hidroeléctrica provoque daños en los cultivos de subsistencia de Quiché y Alta Verapaz.
El gerente del INDE explicó en la reunión que lo que se busca es una planta generadora de energía eléctrica de bajo impacto ambiente y de mínimo embalse.
Agregó que el pasado 23 de diciembre se adjudicó de urgencia nacional del contrato de estudios de factibilidad para dicha planta a un costo de US$6 millones, esto como un primer paso para la construcción de una planta que genere hasta 181 megavatios.
Con información de Alex Rojas