PARALELO 30

30 años de Democracia

Samuel Pérez Attias

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Los beneficios de la democracia debieran ser los que se derivan en la ciudadanía al romper con las estructuras de poder concentrado. Cuando estos no se perciben, la Democracia es vulnerable. Cuando estos beneficios no existen, la Democracia falla. Podemos conjeturar, al evaluar los 30 años del retorno de la Democracia en Guatemala, que “la Democracia” como tal, no es el problema del magro desarrollo en el País, más bien es el fallo de la Democracia debido los bajos niveles y calidad de la educación formal, la abrumante población en pobreza y miseria, la falta de acceso a información transparente en algunos grupos poblacionales, la poca representatividad y la falta de madurez política en la ciudadanía. El problema también es la captura y corrupción del Estado que utiliza los canales democráticos para favorecer a grupos específicos sistemáticamente y en el tiempo. En ese caso, no hablamos de Democracia sino de sistemas que secuestran a la Democracia degenerándola según el grupo dominante que capture el poder. La situación construida en Guatemala es más bien un secuestro de instituciones a favor de grupos de poderes fácticos. (La Cicig lo evidencia en su informe sobre el financiamiento de la política). Sin embargo, a nivel conceptual, existen beneficios de la democracia, como el diálogo social, el ejercicio de libertades civiles, la organización social y comunitaria y la consecuente visibilización y empoderamiento de la sociedad generalmente excluida que se debería ver favorecida a través de su ejercicio de poder como consecuencia de su incremento de libertades y cuotas de incidencia. Más que controlar lo que me afecta a mí como individuo, a través de los mercados, la Democracia me permite incidir sobre lo que “nos afecta a todos” como colectivo o grupo social dentro de un conglomerado mayor. La democracia nos permite pasar de ser consumidores en los mercados a ciudadanos/as que participamos en la construcción colectiva de la Nación y atender y resolver, conjuntamente, los problemas que los mercados no solo no pueden resolver sino las consecuencias que provocan en detrimento del desarrollo del ser humano.

En vez de ver a nuestros semejantes como nuestra “mano de obra”, nuestro “superior, inferior”, o “nuestra competencia empresarial”, la Democracia permite que les percibamos como ciudadanos de una comunidad.

La Fundación Esquipulas, con el objetivo de fortalecer el proceso democratizador, ha venido promoviendo el diálogo ciudadano a través de Foros Regionales anuales. En tres días se llevará a cabo el VI foro con panelistas latinoamericanos que presentarán la oportunidad de enriquecernos con sus experiencias desde el Sur y hacia alternativas de pensamiento para ver más respuestas a preguntas que hasta hace poco se discutían desde una perspectiva hegemónica. El tema general es la celebración y análisis crítico de los 30 años de restablecimiento de la Democracia en Guatemala. Sea ese otro espacio para ejercer ciudadanía y nutrir la sed de civismo. ¡Allí nos vemos!

http://www.url.edu.gt/PortalURL/Archivos/49/Archivos/ca5.pdf

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