Buen gobierno: Características

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 Un ejemplo de lo primero es la interesante conferencia pronunciada la semana pasada por Juan M. Henao, del Instituto Republicano Internacional —sin relación con el partido de oposición a Obama—, en referencia a la democracia y las características de los gobiernos cuando cumplen sus obligaciones. Mi objetivo en este artículo es presentar una muy breve relación y condensación de las palabras del visitante, invitado por la embajada estadounidense para conversar la semana pasada. No se necesita, creo, hacer ningún comentario: nuestros gobiernos no llenan ese listado de condiciones.

SEGÚN LO EXPRESADO por Juan Henao, todo buen gobierno debe responder a las necesidades y demandas de la población en tiempo oportuno. Es transparente; publica información de fácil comprensión y pronto. Reporta y comunica sobre sus acciones; el público tiene derecho, y se le respeta, de pedir información y de no explicar por qué y para qué la quiere. El gobierno representa a todos los sectores de la sociedad y tiene la misma consideración de las necesidades y demandas de todos. Es accesible. Sus integrantes tienen experiencia y efectividad; maximiza sus resultados por el buen uso del tiempo de los funcionarios; implementa procedimientos fáciles. Tiene leyes de acceso a la información, y protegen la información personal de los ciudadanos.

ESTE BREVE RESUMEN es muy útil para comprender las lamentables limitaciones del gobierno de Guatemala. No me refiero con exclusividad al actual, aunque algunas de las condiciones chocan de manera abierta con la manera de escoger a quienes acompañan en la tarea de gobernar. Es un hecho la “desnutrición crónica política” de quienes han gobernado al país casi desde el inicio de la vida republicana. A mi juicio, el análisis puede hacerse tomando como base dos fechas: el 20 de Octubre de 1944, con el triunfo de la Revolución de Octubre, o el 14 de enero de 1986, cuando comienza el primer gobierno civil, electo por la voluntad de los ciudadanos. No olvidar: a partir de ese año ha nacido aproximadamente el 60% de la población actual.

AL CONTRASTAR estas condiciones señaladas por Juan Henao, con la realidad política de Guatemala y, en general, de los países centro y sudamericanos, con muy pocas excepciones, es muy fácil darse cuenta de por qué la democracia en nuestros países fracasa o se convierte en una especie de caricatura de como se le conoce en otros ámbitos del mundo. Un elemento de estas condiciones es el tiempo: el cuándo se hacen las cosas es tan importante como el qué, y el por qué. La falta de estas condiciones puede explicarse de inmediato por el factor de la corrupción. Esta no solamente se refiere al aprovechamiento indebido de dineros, prebendas, propiedades, etcétera, sino tiene relación con la indiferencia con la cual se efectúan las tareas.

AL PASAR LISTA A ESTAS condiciones, se puede comprender de manera fácil por qué fracasan los proyectos políticos y los partidos mueren de inanición en muy poco tiempo. Se explica, además, la decepción, la desconfianza de los ciudadanos, así como la apatía para asistir a las elecciones. Los gobiernos identificados de manera casi exclusiva con un factor de la sociedad, sea la élite o el porcentaje mayoritario, no pueden evitar su fracaso. El balance para respetar los legítimos intereses de todos, de escuchar la totalidad de los criterios, es decir en pocas palabras, practicar la democracia dentro de los partidos y dentro de los gobiernos, es una condición no mencionada por Henao, pero obvia. Por eso dicha conferencia debió haber sido escuchada por los políticos.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.