CC, MP y USA

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en esa autocomplacencia que da el poder, cualquiera que sea el puesto. Unos, preguntan por qué no dejarla hasta diciembre; otros, por qué seguir hasta entonces si hay sentencia unánime de la Corte de Constitucionalidad (CC). En todo caso se puede postular y reelegir, así se verá si hay otros capaces y goza de la confianza presidencial.

La fiscal es un funcionario público. El cambio periódico es bueno y promueve el debate sobre la búsqueda del mejor y los procedimientos a utilizar. Detrás del telón hay varias agendas: la de grupos que no la quieren, porque evidencia temas que no son de su agrado o únicamente presta atención a ellos; y la de quienes aplauden continuamente porque posiciona ideológicamente temas de su interés, ausentes en la agenda política puesto que quienes lideran esas aspiraciones siempre fracasan en las urnas. Se trata de judicializar la política, ante la incapacidad de ganar votos legítimos.

Por último, y específico del momento, es el interés norteamericano y el derivado de la Cicig, que baila al son que le toquen. La mayoría de los narcotraficantes extraditados no tenían ningún proceso abierto aquí. La “partner” Paz y Paz le ha hecho el trabajo a los USA. Fue galardonada, protegida, alabada y en última instancia defendida inusual e imprudentemente por el embajador Chacón. La fiscal general es nacional y puede/debe colaborar, pero pareciera ser que ha sido tan funcionario de allí como de aquí, pagando los ciudadanos de este país el salario, la distracción de medios y el consecuente costo. El caso Portillo es paradigmático al respecto. Solo recordemos cómo Dall’Anesse, en una conferencia pública y grabada en Honduras, explicó que la fiscal, él y el embajador Chacón diseñaron la estrategia para no continuar la persecución penal del expresidente y extraditarlo. La justicia se politizó y sirvió a intereses más allá de los judiciales ¡Gran activo de doña Claudia!: su maleabilidad de apariencia inocente, desenfadada y colocha.

La totalidad de los integrantes de la CC estuvieron de acuerdo con la resolución. Pareciera complot de los dos que suelen votar en minoría, seguido cándidamente por el resto. Un escándalo activado que posiciona mediáticamente a la fiscal genera problemas al gobierno y permite que se explaye el embajador USA pendiente de relevo y sin tiempo de haberlo hecho más adelante. Hay que ver qué bazas jugarán los del norte. Quizá amenacen con información inoportuna contra miembros del gabinete, el binomio presidencial o financistas del partido —Colom y su urgente firma de extradición de Portillo es un ejemplo—, o la animen a presentarse y no ser electa, pero cerrarán así el circulo de la institucionalidad respetando y aceptando la decisión de la CC.

Hay que esperar a que el “complot” —si existe— se evidencie y ver cómo se resolverá todo este entuerto. Mientras, Baldizón busca matricularse en alguna universidad que le asegure el título postdoctoral, pero sin tesis esta vez.

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ESCRITO POR:

Pedro Trujillo

Doctor en Paz y Seguridad Internacional. Profesor universitario y analista en medios de comunicación sobre temas de política, relaciones internacionales y seguridad y defensa.