La CC en la picota

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el 14 de abril pasado, contiene algunos temas dignos de ser analizados a la luz de los acontecimientos políticos que se están desarrollando, muy ilustrativos para entender la difícil posición de la Corte de Constitucionalidad.

Del Derecho de Defensa y Debido Proceso:

“De la inobservancia de alguna o varias de esas garantías conlleva la violación del derecho de defensa y debido proceso, es que ha sido precisamente en tutela de ese debido proceso que este Tribunal en múltiples ocasiones se ha visto en la necesidad de retrotraer actuaciones judiciales en procedimientos viciados, ello sin prejuzgar de ninguna manera sobre el fondo del asunto o bien sobre la culpabilidad o no de los procesados, lo que es competencia exclusiva de la jurisdicción ordinaria”.

De las interpelaciones en el Congreso:

“Mediante una adecuada labor de ponderación, debe privilegiarse el normal funcionamiento de los órganos del Estado, a efecto de que aquellos cumplan las obligaciones y deberes que la Constitución les ordena; en especial, cuando la designación e integración de aquellos dependa de plazos que no puedan ser demorados, ni postergados, sin causar colapso institucional de órganos constitucionales”.

Derechos indígenas y consultas:

“El carácter no vinculante de la oposición, no desvincula al gobierno de su responsabilidad de ser respetuoso y garante de los derechos sustantivos de toda la población de la cual es mandatario, pero la buena voluntad y buena fe por parte de todos los involucrados debe privar, sin manipulaciones de cualquier tipo, tanto de los inversionistas interesados, los entes gubernamentales involucrados o de algunas organizaciones no gubernamentales que también intervienen en el conflicto, pero tal intervención debe ser para coadyuvar con la paz del cuerpo social directamente interesado, precisamente mediante el respeto de los derechos humanos”.

De injerencias indebidas:

“Resulta inaceptable y fuera de todo contexto lo manifestado por organizaciones nacionales e internacionales de protección de los derechos humanos, que han afirmado que con algunos de los fallos emitidos por esta Corte en casos emblemáticos, se ha afectado el derecho a la justicia de las víctimas, soslayando el no menos importante derecho al debido proceso y a la tutela judicial efectiva, reconocido en pactos y convenios internacionales y que asiste a toda parte en contienda”.

“No vacilo en compartir con ustedes esta preocupación, pues estoy consciente que nuestra labor se tornará cada vez más difícil, pues a nadie le es ajeno el hecho de que la función jurisdiccional que desde este Tribunal se ejerce, se ve sujeta a fuertes presiones e injerencias externas de diversos sectores, nacionales e internacionales; y, seguramente, tal y como ocurrió cuando asumí la presidencia de este Tribunal en el año 2010, en este año 2014, se realizarán varios procesos de postulación y elección de importantes cargos en el sector justicia y económico del país, los que sin duda alguna también generarán controversia y querrán manipularse”.

De la necesidad de una Reforma Constitucional:

“Resulta de imperiosa necesidad que se lleve a cabo una reforma constitucional exclusivamente en cuanto a temas de la organización y funcionamiento del sector justicia, así como el establecimiento y regulación de una verdadera carrera judicial, la selección de jueces, magistrados y personal del Organismo Judicial, no digamos de la cuestionada forma de elección de presidente de tan importante organismo”. En otra entrega comentaré algunos puntos esenciales de este importante discurso.

alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.