Es importante indicar que en este momento, al no existir fechas fijas obligatorias para que comience el ciclo escolar, en algunos casos los establecimientos educativos privados lo inician en la última semana de enero. Al terminarlo a mediados de octubre, el resultado en la práctica es la disminución de horas de estudio y, por lo tanto, del necesario contacto de los alumnos con los maestros y catedráticos.

La ausencia de las aulas aumenta a consecuencia de la costumbre de dar feriados escolares con una enorme cantidad de pretextos, entre ellos las celebraciones de festividades adicionales a los feriados nacionales. En el caso de las fiestas patrias, mucho tiempo adicional se pierde a causa de los ensayos de desfiles, que se han convertido en una especie de símbolo de orgullo de los establecimientos, en vez de constituir una celebración en la que las marchas tengan, por decirlo así, una espontaneidad agradable a la vista.

El calendario oficial señala como feriados a la Semana Santa, el Día del Trabajo y el Día de la Madre, pero agrega una semana de vacaciones de medio año. La primera reacción de los alumnos es de alegría cuando saben que no irán a la escuela o al colegio, pero posteriormente descubrirán que las constantes ausencias tienen consecuencias en la calidad de su educación, en la comprensión de lectura y de matemáticas, por no mencionar aspectos de ciencia, historia y demás.

Un aspecto adicional francamente aterrador es el hecho de que, como consecuencia de una mal entendida libertad sindical, que considera a los maestros como trabajadores de la educación, no como mentores, se aumentan las ausencias de quienes tienen a su cargo la enseñanza. Esto es especialmente notorio en las escuelas públicas de lugares alejados, donde la constante queja de los padres se refiere a que los maestros llegan muy poco e imparten clases por menor tiempo del que deben.

En términos generales, el presupuesto asignado por el Gobierno al Ministerio de Educación debería ser suficiente para obtener mejores resultados. En un mundo competitivo como el actual, la incapacidad de comprensión de textos y de números es uno de los factores que influyen en el subdesarrollo económico de los ciudadanos, condenados por ello a sueldos escasos de puestos bajos.

La estandarización del ciclo escolar guatemalteco es una tarea urgente. Haberlo descuidado por tantos años es una de las razones por las que el país no avanza o lo hace tan lentamente. No toda la educación es pública, pero las autoridades tienen la potestad de poner reglas de calendarios que también deban ser cumplidos por los establecimientos privados.