El escurridizo paso del tiempo

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LA SORPRESA mayor de este tipo la tuve en este agonizante 2014 cuando leí las noticias acerca del décimo aniversario del gigantesco tsunami del 2004. Diez años, como quien dice nada. Otras experiencias importantes se alejan en el tiempo de esa manera constante: el terremoto de 1976 ocurrió hace casi 39 años, o el inicio de la democracia electoral se encuentra a 29 años de nuestro actual calendario. La lista es larga: el autogolpe del delincuente Jorge Serrano cumplirá 21 años de haberse hecho realidad. Estas sumas de tiempo adquieren su mayor significancia cuando se piensa en la edad promedio de los guatemaltecos, situada en 19 años, según algunos cálculos. Y aun cuando fuera mayor, de todos modos no la veo superior a 25.

OCUPAN LUGAR ESPECIAL los 18 años pasados desde la firma de la “paz firme y duradera” con la guerrilla, para terminar un conflicto de 36 años iniciado cuando quienes ahora se aproximan a las siete décadas de edad, se encontraban saliendo de la primaria, o a la mitad de ese ciclo educativo. El inicio de este largo y trágico período —explicable en sus orígenes, pero absurdo cuando continuó a pesar del fin de la Guerra Fría post Segunda Guerra Mundial— solo es parte de la memoria de un porcentaje poblacional de ninguna manera superior al ocho por ciento, aunque la cifra es imposible de calcular con exactitud a causa de la falta de información y de estadísticas realmente confiables acerca de la población guatemalteca.

LA PALABRA HISTORIA ES definida por el Diccionario de la Lengua Española como “relación de los acontecimientos pasados o dignos de memoria, sean estos públicos o privados”, “disciplina que estudia estos”, “obra histórica de un escritor”, “relación de cualquier aventura o suceso”, “narración inventada”, “mentira o pretexto”, “conjunto de los sucesos o hechos políticos, económicos, sociales, culturales, etc., de un pueblo o de una nación”, “conjunto de los acontecimientos ocurridos a alguien en su vida o en un momento de esta”. Pero se debería agregar el de “todos los hechos ocurridos antes del nacimiento y de la toma de conciencia de alguien”. La pregunta de cuándo comenzar a catalogar como histórico a un hecho, es difícil de responder.

A MI JUICIO, TODO HECHO es parte de la Historia, porque esta no es única, y esto encaja en la categoría de historia personal señalada en las definiciones anteriores. Algunos se convertirán en eslabones de una Historia más completa: de una vida, un país, una cultura, etcétera. La explicación de cualquiera de esas definiciones de Historia debe ser realizada con serenidad y balance, pero para lograrlo el tiempo es fundamental. Esa tarea permite comparar las circunstancias de los acontecimientos. En el caso de los acuerdos de paz, por desgracia, sólo se puede concluir que fueron truncados en sus buenas intenciones. Eso y los cambios increíbles ocurridos en el mundo les han hecho reducir su importancia, al haber servido para muy poco.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.