¿In-tacha-ble?

|

y la ignorancia de ser transmutada en conocimiento liberador. Son temas viejos aún no resueltos porque algunos piensan que las contiendas son reivindicaciones no negociables.

Otros más realistas han abierto los ojos sabiéndose plenamente convencidos de la futilidad del pleito y de la urgencia de la tregua. En todo caso, más acorde a la aceptación honesta que el pasado apesta y solo el futuro —basado en lo que hagamos hoy— tiene promesa de amanecer.

He vivido varias guerras. Ninguna devolvió a los muertos. La retribución fue fatal. El precio de los delirios de grandeza y de las ingenuidades idílicas solo retornaron guerras locales, guerras mundiales y avalanchas de muertos, destrucción, sufrimiento y desolación. No ha habido guerra santa sin engendros diabólicos. Ni sistemas totalitarios benignos. Ni cruzadas revolucionarias sin incontable sangre derramada.

Buena parte de la polarización actual que se vive en Guatemala deviene de pretender la continuación del conflicto original sin tomar en cuenta el costo real que representa desviarnos de los grandes temas de importancia nacional, largamente rezagados: hambre, educación, salud, medio ambiente, exclusión.

Al estudiar la problemática política actual de Guatemala, uno no puede dejar de observar cómo la “teoría de los grupos de interés” se hace visible en toda la sopa política.

Cada grupo presionando hacia su propio interés. Y aunque esto parte de la democracia, como lo subrayé en mi última columna, es una ingenuidad creer que las Comisiones de Postulación, además de evaluar a los postulantes, no postulan también sus propios intereses de acuerdo con las presiones que reciban de los “grupos de interés”, los cuales abundan y se mueven dentro del planctom zoopolítico que se mueve para la elección del próximo fiscal general.

Soy uno de ellos, lo admito. Formo parte de un grupo numeroso que cuestiona la candidatura de la doctora Paz y Paz, por considerarla inconveniente para la estabilidad del país.

Tres características esenciales que carece la Dra. Paz: 1. Incapacidad de divorciar su ideología de su praxis profesional.

2. El “fracaso” del sistema judicial para asegurar investigaciones completas y juicios justos, y los asesinatos de periodistas y sindicalistas”. Palabras textuales en el informe global de Derechos Humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos.

No se disputa la corresponsabilidad que tiene el Organismo Judicial, pero el peso de la persecución la lleva el Ministerio Público.

Y 3: El hecho de que la fiscal general enfrente serios procesos judiciales en su contra, mismos que no son frívolos o inventados y que demeritan su idoneidad, como el que lleva la exfiscal Gilda Aguilar, la Liga Pro Patria, y una denuncia por no haber cancelado una deuda de Q204 millones por un contrato incumplido y dos órdenes judiciales que la supuesta defensora de la justicia reiteradamente ha venido desobedeciendo hasta el punto de tener que enfrentar antejuicio por desobedecer una orden del juzgado 10 de primera instancia según ordenó la Corte de Constitucionalidad sobre la nulidad interpuesta de ese ministerio en contra de la resolución que manda “certificar lo conducente”.

¿Grupos de interés? Dicen que hasta la Reina de España le hará una visita….

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.