Midnight Cowboy

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En lugar de vida civilizada, prefiere guardianes, arreglando todo a balazos. Piensa que los caballos seducen al citadino, ignora que desean un transporte colectivo eficiente. Fácil encaja con la degradación del medio urbano, las drogas, la prostitución, los sicarios y la prepotencia de los oligarcas. La fiesta de marihuana, donde conoce a damas permisivas. Al final, la fascinación por Miami, la urbe formada por varios condados que concentra jubilados, playeros, cubanos y toda clase de personas cuyo tiempo está fuera del tiempo.

Ronald Reagan, el presidente del final de la Guerra Fría, se negó a reconocer la brecha que separa al habitante de la ciudad, del palurdo. Para el efecto, promovió la música country. Aunque esta tiene sus méritos; infelizmente pone de manifiesto su preocupación por discutir asuntos religiosos y lamentarse por su falta de integración en la ciudad.

En México, el desprecio por los sombrerudos que impedían la organización obrera llevó a la izquierda a denominar a los sindicatos blancos como charros. Los campiranos tienen gran parte del corazón de los mexicanos; pero no todo.

Parecía que había quedado en el pasado admirar a políticos sobre caballos o en moto. De repente, vuelve el gusto. No son los poemas urbanos de Arjona los que promueve la banca estatal, sino la música de la década de 1980: el narcocorrido. Primeras y segundas damas se visten como Camelia, la Tejana. El sombrero y las botas con espuelas se pasean por las aceras y calles de la mancha conurbada.

El emprendedurismo canta a la Reina del Sur, la tía Teresa Mendoza, la mexicana. Desde que llegó a España fue la mejor comerciante del AdA de la UE. Hoy no se le encuentra. Parece que los rusos le preguntaron a perinola si estaba en prisión, vivía en Italia, en California o Miami de la unión americana. No obstante, la verdadera, la meritita Reina del Sur, Marjorie la guatemalteca, hasta recuperó su visa, pues debe fortalecerse el TLC.

Vale la pena averiguar por qué los caciferos consideran estas expresiones, como lo mejor que puede sucederle al país. No escatiman recursos e influencia para beneficiar a este grupo. Confunden a los Patrioteros, los clasemedieros. Los industriales caciferos y hasta los que exportan expresan su gusto por los hombres con la camisa desabotonada luciendo grandes medallas y placas de oro, colgadas de pesadas cadenas del mismo metal. Alguna razón para esta conducta desviada ha de existir.

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ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.