Nuevo revés para Guatemala

Prensa Libre informó ayer sobre esa disposición del congreso estadounidense, la cual fue ratificada por el presidente Barack Obama y que, en esencia, condiciona en el futuro inmediato cualquier ayuda financiera y militar que nuestro país requiera del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o del gobierno de ese país norteamericano, mientras el Estado guatemalteco no cumpla con la reparación de daños a favor de quienes hace más de tres décadas denunciaron haber sido víctimas de un desalojo obligado.

Los legisladores agregaron a ese acuerdo otra cláusula que apuntala la restricción, y es la que respalda el castigo mientras Guatemala no resuelva también los casos de adopciones que ciudadanos estadounidenses tramitan en el país, todo lo cual tendrá serias repercusiones, principalmente en materia financiera, ya que esos dos organismos son los que más contribuyen a financiar buena parte de nuestros deficitarios presupuestos.

Tal normativa constituye un duro revés para el país, y es también un mensaje que obliga a otras lecturas, como la de que Estados Unidos puede acudir a medidas extremas cuando encuentra los motivos suficientes de presión para sancionar a quienes irrespeten acuerdos humanitarios y busquen ayuda de instituciones que están bajo su esfera de influencia y que, como en este caso, fueron parte fundamental con sus aportes financieros a la construcción de esa hidroeléctrica y que en su momento desoyeron las denuncias de varios sectores acerca de los abusos.

El otro detalle que llama la atención es que los legisladores estadounidenses parecen tener muy claro dónde le aprieta el zapato a la actual administración, y por ello también estuvieron de acuerdo ambas cámaras en condicionar cualquier ayuda hacia el ejército guatemalteco, lo cual, aunque no es una novedad, sí pone de relieve la tónica con la que Washington manejará las relaciones bilaterales, las cuales nunca pudieron rencauzarse desde que el presidente Otto Pérez Molina tomó la bandera de buscar otras opciones en la lucha contra el narcotráfico.

Una de las mayores lecciones de este tipo de medidas es que lo mucho o poco que dejen de hacer los gobernantes tendrá enormes repercusiones para Guatemala, sobre todo cuando el cumplimiento de ciertos compromisos trasciende la política doméstica y más aún si se es tan vulnerable a ese tipo de medidas, debido a que el país ha aumentado dramáticamente durante los últimos gobiernos su dependencia de organismos financieros internacionales, los cuales se encargan de complementar nuestro deficitario gasto.

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