Opciones para mujeres

Ileana Alamilla

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estuvieron con él en su agonía, lo cobijaron en sus brazos al bajarlo de la cruz, lo ungieron, y Magdalena anunció la resurrección, que marca el inicio de una nueva forma de concebir la vida y la muerte.

Se ha revelado que los evangelios escritos por ella, quien estuvo más cerca de Él y, por tanto, tuvo otros testimonios, fueron ocultados para excluirla de la historia, restarle protagonismo y mantenerla al margen de la construcción de la Iglesia.

Las mujeres se han erigido como constructoras del mundo, han estado allí, aportando, innovando, creando, además de su contribución a la preservación de la especie humana. Entidades de Naciones Unidas cada vez con más frecuencia reconocen sus contribuciones. La OIT ha ratificado que ellas antes eran parte de la población inactiva, mientras que ahora han engrosado las listas de la ocupación o en busca de un trabajo remunerado. Y también ha denunciado la desigualdad de los salarios que perciben en relación con los hombres. También señala el gran porcentaje que está en la informalidad, lo que ha sido corroborado con estudios y estadísticas realizadas en nuestro país, en donde la Organización Política de Mujeres Moloj ha denunciado que más de dos millones de mujeres indígenas se encuentran realizando labores en esas condiciones.

Cada vez es más frecuente ver a las mujeres desempeñándose en ámbitos que eran casi “propiedad de los hombres”; son agrónomas, ingenieras mecánicas e industriales, policías, bomberas, taxistas; están al mando en empresas, son lideresas reconocidas mundialmente.

La educación es determinante para mejorar las condiciones de vida de la población. La Unesco, en el Informe de Seguimiento de la Educación para todos en el Mundo, reveló que hay un grave desequilibrio entre los géneros. Aunque parezca exagerado, la entidad asegura que en el mundo más de cien millones de mujeres jóvenes de países de ingresos bajos y medianos bajos son incapaces de leer una sola frase. Dijo dicho informe que, de seguir así, las niñas más pobres alcanzarían la cobertura universal de primaria 60 años después que las de mejores condiciones económicas, por lo que esta debería ser una prioridad de los objetivos posmilenio. La educación es una coraza para protegerse de peligros, para enfrentar desafíos y para abrirse camino.

Es imposible concebir el desarrollo sin la participación de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres. Entre los 10 países con menor disparidad de género, Islandia ocupa el primer lugar y Nicaragua está incluida.

Cada mujer debe tener derecho a escoger lo que quiere hacer.

iliaalamilla@gmail.com

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