Paulatina recuperación

JM MAGAÑA JUÁREZ

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Sin embargo, la idea no fue atendida.

La inquietud tuvo eco tiempo después, cuando la Alcaldía decidió rescatar el Portal del Comercio, bajo la dirección de los arquitectos Alejandro Fahsen Ortega y Rodolfo Asturias Méndez. Esa acción puso en evidencia que en el área fundacional de la ciudad había arquitectura digna de tomar en cuenta, sujeta de ser considerada patrimonio cultural y, por tanto, motivo de ser puesta en valor.

En 1993 se hizo un nuevo intento. Esta vez contamos con la ventaja de que dentro del propio Concejo existía la misma inquietud, lo que permitió la creación del Consejo Consultivo para la Protección del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala, integrado por siete miembros nombrados por la Alcaldía y el Departamento del Centro Histórico, dentro de la Dirección General de Planificación Municipal, así como la figura rector, Renacentro, integrado por el ministro de Cultura y Deportes, el rector de la Usac, el director del Inguat, el alcalde de la ciudad y el presidente del Consejo Consultivo. Entre las primeras acciones estuvo la definición legal del área por proteger, el reglamento del Centro Histórico, una amplia difusión de lo que se deseaba hacer y dos proyectos que mostraran lo que era posible hacer para la recuperación de tan importante sector.

El primero consistió en retomar el color en la arquitectura doméstica del barrio San Sebastián. Se contó con la participación de almacenes El Volcán, que proveyó la pintura a base de cal, definida según cartillas de colores diseñadas para cada período arquitectónico; la Facultad de Arquitectura de la Usac, que participó con catedráticos que coordinaron la acción y estudiantes que ejecutaron el trabajo de reparación de estucos y aplicación de pintura. El segundo fue la eliminación de rótulos en la vía pública en la 6a. y 7a. avenidas, que sacó a luz la magnífica arquitectura y monumentalidad que habían permanecido ocultas.

Hoy, el rescate del Centro Histórico es una figura técnica y administrativa consolidada. Se han hecho trabajos de orden público que permitieron cambios en el uso del suelo, estimulando su valoración, haciendo de algunas calles lugares de encuentro, ligados a la Plaza Mayor. El último de estos, la peatonización de la calle de Los Mercaderes (8a. calle), entre 7a. y 8a. avenidas, tiene el valor agregado de haber recuperado la transparencia hacia el atrio del Sagrario, espléndido espacio abierto que está definido por la sobria arquitectura del colegio de San José de Los Infantes (hoy museo arquidiocesano) y Casa Parroquial, y las magníficas fachadas renacentistas, en piedra tallada, del ingreso lateral a La Catedral y la portada de la Capilla del Sagrario.

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