Pobrecita la SAT

Entre unos miles de millones aquí y otros allá, el Gobierno pronosticó que recaudaría Q50.2 mil millones en el 2013, diciéndose a sí mismo lo que quería escuchar. Lo efectivamente recaudado fue Q46.3 mil millones, Q3.9 mil millones menos de lo esperado. El entonces jefe de la SAT advirtió de que la expectativa era irreal y se tuvo que ir.

El contribuyente y ciudadano de a pie conoce bien este fenómeno. Él creía, deseaba, fantaseaba, sin mayor fundamento, que le iba a caer más plata. Quienes mejor sabían le decían que no sería así y más bien se molestó con ellos y los dejó de escuchar. En el fondo, quizás él también sabía que era una fantasía, pero ya les había ofrecido, prometido, a la mujer, a los hijos, a los amigos y a los cómplices, congraciándose con ellos. Es esa “brecha” entre las falsas aspiraciones y la realidad.

En la pasada década, los ingresos tributarios en Guatemala han crecido a un ritmo más vigoroso que la actividad económica en general. Dicho de otra manera, mientras que el nivel de vida del guatemalteco “promedio” se ha estancado, y el de los más pobres se ha encogido, el del Gobierno, en agregado, ha mejorado. No faltará quien brinque a decir que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Hay que reconocer que en una economía que no crece, esto tiende a ser cierto y apoya al menos esta parte de la tesis de Willkiam Picketty. En las últimas tres décadas la economía de Guatemala ha crecido a un ritmo anual apenas superior al crecimiento de la población de tal forma que, de continuar así, pasarán literalmente cien años para que se duplique el ingreso promedio. En contraste, en los últimos 30 años, el ingreso por habitante en China se duplicó cada seis años. Dejaremos a Picketty y a China para otra ocasión.

En el 2003 la recaudación neta de impuestos ascendió a Q20 mil 280 millones, mientras que en el 2013 llegó a Q46 mil 319 millones, lo que significó un aumento de 128.4% en 10 años. Este es un crecimiento muy superior a la inflación. En ese mismo período —del 2003 al 2013— la recaudación de impuestos indirectos (IVA y otros), pasó de Q15 mil 20 millones a Q31 mil 324 millones, equivalente a un aumento de 108.5%, más que el doble. Finalmente, lo recaudado por concepto de impuestos directos (ISR y otros), pasó de Q5 mil 257 millones, a Q16 mil 52 millones, mostrando un crecimiento de 205%, más que triplicándose. La recaudación neta se ha más que duplicado en 10 años, a un ritmo superior a la tasa de inflación y al crecimiento de la economía.

En toda la bulla sobre la SAT y los ingresos fiscales, es justo hacerse la pregunta: ¿qué posible objeto puede tener pautar anuncios como “tiro libre Gobierno de Guatemala” o “saque de banda Ministerio de Salud Pública” en la narración de los partidos del Mundial? Mientras tanto, en los hospitales nacionales… la misma historia.

fritzmthomas@gmail.com

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).