Reforma universitaria

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Si el nuevo rector quisiera distanciarse del continuismo tendría que comenzar por concretar una transformación universitaria integral que ha sido postergada en los últimos 30 años.

LA USAC HA DEJADO de ser la institución rectora de la educación superior para convertirse en una universidad mediocre en términos académicos, excluyente para miles de estudiantes que no pueden ingresar y que han tenido que migrar a universidades privadas o quedarse sin estudios, y que ha sido infiltrada por partidos tradicionales. Gálvez, por ejemplo, se ha preocupado más en la organización de su propio partido político y cómo incide en las estructuras de poder por medio de las comisiones de postulación que en el impulso de la reforma. La Usac ha servido de trampolín político, si no que lo digan los exrectores Eduardo Meyer, Luis Leal y Efraín Medina. La propia elección del rector no es representativa porque excluye a 18 centros regionales, o sea a los estudiantes de la Usac de la provincia, y a 11 escuelas, algunas con más estudiantes que varias facultades.

LOS POSTULADOS de la reforma universitaria nacida en Córdoba, Argentina, en 1918, siguen vigentes y son los que animan los cambios que varios sectores universitarios exigen que se impulsen en la Usac. La plena autonomía universitaria, la garantía al derecho a la educación superior sin obstáculos, el otorgamiento de cátedras por oposición y por período establecido, la elección de autoridades en forma democrática y sin exclusiones, así como el cogobierno de todos los sectores universitarios, son hoy demandas fundamentales que se conjugan con la necesidad de una reforma académica humanística, científica y tecnológica de alto nivel.

DESDE LOS AÑOS OCHENTA se viene hablando en la Usac de la tan cacareada reforma. En el 2010 se llegó al extremo de que por la inercia del Consejo Superior Universitario, un grupo estudiantil cerró las instalaciones durante más de 50 días y obligó a esas autoridades a comprometerse a impulsar los cambios, con el auspicio del extinto cardenal Rodolfo Quezada. La Comisión Multisectorial que surgió de ese movimiento elaboró en el 2010 una propuesta que fue presentada al Consejo Superior, que desde entonces la tiene archivada. En eso se sintetiza el compromiso del grupo enquistado en la Rectoría con la transformación universitaria. ¿Será que Alvarado se sustraerá de ese grupo y que en verdad le interesa el futuro de la Usac? Sus acciones determinarán si responde a la Universidad o solo la usará como trampolín político.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.