Temperaturas gélidas

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El Servicio Meteorológico Nacional indicó que se trata de un nuevo banco de aire del Ártico, pero aún así siguen habiendo excépticos que no entienden que los fríos extremos también son parte del calentamiento global.

El climatólogo Jack Hall nos asegura que el calentamiento global podría desencadenar un repentino cambio climático de la Tierra. ¿Pero qué tan estrepitoso podría ser? Si sigue habiendo perforaciones para extraer petróleo y gas natural en las profundidades de la Antártida y el Ártico, por supuesto que aceleramos el proceso.

“El día después de mañana” es una película de Hollywood que nos da una pequeña muestra —aunque algo exagerada— de que sí puede detonarse una nueva era glacial por las emisiones del CO2. No obstante, no puede ocurrir en semanas, como lo sugiere el filme, pero sí en cosa de décadas, y lo estamos empezando a vivir. En la película  la trama revuelve alrededor de que el hemisferio norte se congela en unas cuantas horas con huracanes desencadenándose simultáneamente. No es una simple hipótesis científica, pues hemos visto las consecuencias severas de los megahuracanes y tsunamis, el aumento del nivel del mar, las sequías, inundaciones y huracanes, todos agravados por el calentamiento global.

La corriente Termohalina (THC=Thermo-Haline Circulation) es la que regula el clima del planeta, y  si la desbalanceamos afectamos la Corriente del Golfo, que es un ramal de la corriente THC. Para aclaralo mejor, si variamos la temperatura y la salinidad de las aguas del mar podríamos llegar a apagar el flipón del planeta. ¡Pensemos lo que pasaría si la Corriente del Golfo —que es la que lleva agua cálida hacia el norte, desde el Caribe hasta el Reino Unido y el noroeste de Europa— choca contra la fuerza de las torrentadas de agua que se descongelan cada día en Groenlandia y el resto de glaciares! La corriente se detendría, y la refrigeradora del planeta se deconectaría. Es allí donde estaríamos en graves problemas, pues traería consigo una nueva era  glacial.

La naturaleza no es nuestra enemiga. Los fenómenos naturales tampoco lo son. Somos nosotros mismos los que con nuestro ego, ambición desmedida y egoísmo queremos ser todopoderosos sin importar lo que vivirán nuestros hijos y nietos.

¿Esperaremos llegar a tener temperaturas de congelamiento durante todo el año en la Florida y en el resto de Centroamérica, o calores infernales donde siempre había hecho frío? Hoy ya estaré por Guatemala, y espero encontrarla  cálida y placentera y que siga siendo “el país de la eterna primavera”.

www.tropicalrainforest.org

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