para no continuar estudios a nivel universitario.

Durante la Colonia se fundó la Universidad de San Carlos de Guatemala, el 31 de enero de 1676, fue una de las primeras universidades en América. Según la Unión de Universidades de América Latina (Udual), fue la más criolla por su adaptación a la realidad centroamericana. Con todas las complejidades y contexto político que se dan actualmente dentro de ella, es la única universidad pública, con categoría de autónoma, financiada por el Estado y que ofrece, a nivel de licenciatura, educación casi gratuita, pues los pagos que se realizan son simbólicos. Es una excelente y, en muchas ocasiones, la única oportunidad para estudiantes con limitaciones económicas. He de reconocer que yo no fuera profesional, de no ser por esta bendición.

Debieron pasar 285 años para que surgiera, en 1961, la segunda universidad en Guatemala, la Universidad Rafael Landívar, primera de carácter privado, a la que le siguieron en la misma década tres universidades más: Universidad del Valle, Universidad Mariano Gálvez y Universidad Francisco Marroquín.

El surgimiento de universidades nuevamente se detuvo, probablemente por los problemas políticos y el contexto económico que el país sufrió en esa época. No fue sino hasta la década de 1990 cuando surgió la segunda oleada de universidades privadas: Universidad Rural, Universidad del Istmo, Universidad Panamericana, Universidad Mesoamericana y Universidad Galileo.

Entre 2006 y 2012 fueron autorizadas las últimas cuatro universidades: Universidad San Pablo, Universidad Internaciones, Universidad de Occidente y Universidad Da Vinci.

Actualmente funcionan 14 universidades en el país, la estatal y 13 privadas, autorizadas por el Consejo de Enseñanza Superior Privada (Ceps), que es el órgano, según el artículo 86 de la Constitución de la República, que puede avalar la creación de universidades privadas en el país.

Hasta el año pasado existían 659 carreras en las universidades privadas, y 537 en la universidad estatal, un gran abanico de programas para escoger entre licenciaturas, maestrías y doctorados, habiendo aproximadamente 20% de carreras técnicas, 50% de carreras a nivel de licenciatura, y 30% a nivel de posgrado.

Estamos en los inicios del despertar académico para la sociedad guatemalteca, que incidirá en el desarrollo del país, ya que pueblo educado, toma mejores decisiones. Solo la educación permite a los ciudadanos comportarse adecuadamente, y comprender de manera consciente el entorno en el que vive, así como ser agente con mayor visión productiva.

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