Ventas sin permiso de datos personales

|

Se trata de uno de los peores abusos originados en el lado oscuro de la tecnología de la comunicación y de todo lo concerniente al derecho humano de la privacidad y a no hacer públicos datos y relatos de sucesos ocurridos hoy, ayer, o hace veinte o más años, y mantenidos en reserva, por cualquier causa. Incluso quienes han aceptado tener esos datos, tienen el claro derecho a una consulta antes de darlos a conocer a una posible audiencia de miles o millones de personas desconocidas.
 
HAY MUCHAS RAZONES para explicar el rechazo de alguien a la divulgación de su vida. Primera, el carácter y la personalidad: unos —por ejemplo— hablan con naturalidad de sus quebrantos de salud, mientras a otros ese tema pertenece al área más íntima. Lo mismo ocurre con relatos de su vida personal, de sus amores, de la relación con personas. Algunos son abiertos y hasta pueden hacer broma, mientras otros se rehúsan a hablar de eso. El asunto se complica en los casos de problemas con la ley, relacionados o no con un crimen. A nadie le puede importar si alguien, cuando tenía 20 años cruzó en rojo un semáforo y provocó un accidente y un reporte policial. Solo a las personas muy cercanas se les hablará de ese tema.

 INCLUSO CUANDO HA habido un delito, crimen y condena cumplida, el contrato social señala a este cumplimiento como una forma de expiar la culpa y quedar limpio. Ese dato  en un reporte puede significar un innecesario baldón, es decir una injuria cuya causa es no obtener el empleo. No se trata de esconder esqueletos en el clóset, pues estos deben ser conocidos cuando alguien decide participar en política, digamos, y aspirar a un cargo de elección o de designación. Es un tema complicado, porque tiene demasiadas aristas. Pero entre las razones para rechazar este comercio, también sobresale el deseo de lucro.  Algunas entidades necesitan este tipo de datos, pero en todo caso les deben dar categoría de confidencialidad, no de compra.

HAY OTRAS MANERAS DE  mal uso de esa información: una, vendérsela a partidos políticos a fin de permitirles el abuso de llamar, sobre todo a celulares, para presentar propaganda política. He recibido dos llamadas:  una de los patriotistas y otra de los lideristas. Pobres… antes de terminar el mensaje, se enteran de mi desinterés. Otro caso es el de los jóvenes —por su voz se nota— cuyo tema de ofrecimiento es el de venta de estos instrumentos de pagos y de deudas. La recolección de datos de los clientes de cualquier tipo de actividad comercial debe incluir una prohibición expresa a romper la confidencialidad de esos datos, so pena de una demanda por divulgar datos personales sin autorización de quien compra o utiliza algún servicio.

OTRO ASPECTO PARA TOMAR en cuenta en esta protección de los derechos y libertades fundamentales, lo constituye aquello no colocado en el campo de la ley, sino de la corrección. La tecnología puede hacerlo posible, pero la moral y la ética otorgan las bases para no ver en la capacidad tecnológica a un capataz castigado si no se hace uso de ésta. Se evidencia la necesidad de trabajar sobre la base y la libertad permitida por la capacidad humana para separar lo bueno de lo malo, una vez meditado esto. El mundo actual es cada vez más dependiente de tomar en cuenta a la corrección. En el caso del fallo de la Corte de Constitucionalidad, se manifestó la actitud de actuar no solo en base a lo legal. También participa la moral.
marioantoniosandoval@gmail.com

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.