ENCRUCIJADA

Alma Quiñones

Juan Alberto Fuentes Knight

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El fallecimiento de Alma Quiñones (1947-2015) la semana pasada no es el fin de los principios que orientaron su vida. Su defensa de la Constitución, su lucha por asegurar los derechos de las mujeres en el ámbito del derecho de familia o su apoyo por reformas tributarias equitativas que fortalecieran al Estado, al mismo tiempo que se respetaba la Constitución, son parte de una vida ejemplar que no se olvidará. Recordaremos su valentía, pasión e inteligencia, así como la lealtad de Alma con los principios, su familia y sus amigos. Recordaremos cómo hizo respetar la Constitución y los derechos de las mujeres, además de contribuir a fortalecer el poder tributario del Estado. No es una combinación usual porque Alma no era usual.

Alma creía en una Constitución viva. Como primera Presidenta de la Corte de Constitucionalidad luchó para que se respetara, pero su fe en la Constitución iba más allá de un cargo: reflejaba su honda convicción de que tenía que respetarse como pacto social que define los grandes principios que rigen a una sociedad. Alma tampoco creía en la necesidad de reformas continuas de la Constitución: insistía en que la interpretación de la Constitución debía evolucionar gradualmente, ajustándose a los cambios a los que estaba sujeta la sociedad, pero respetando sus principios.

Como integrante de la Comisión Preparatoria del Pacto Fiscal, Alma insistió en incluir principios derivados de la propia Constitución en el Pacto, aprobado en el 2000. En una comisión conformada mayoritariamente por economistas (hombres) Alma peleó por asegurar que el fortalecimiento del Estado se combinara con el respeto al estado de derecho. Alma siempre defendió este fundamental principio republicano, convicción que posiblemente fue fortalecida por su formación en materia de derecho tributario en Francia.

Alma también asesoró en diferentes momentos al Ministerio de Finanzas y a la SAT para asegurar el respeto a la Constitución en la iniciativa de reforma del impuesto sobre la renta, aprobado por el Congreso en 2012 luego de un largo proceso de preparación y discusión que comenzó desde el 2006. Para variar, una lluvia de recursos de inconstitucionalidad pretendió impedir que entrara en vigencia esta reforma, pero los recursos aceptados por la Corte de Constitucionalidad se limitaron a cláusulas vinculadas con la administración tributaria, introducidos por técnicos o políticos sin la asesoría de Alma. La gran mayoría de recursos fue rechazada. Fue un triunfo de la visión de Alma: se podían impulsar reformas del impuesto sobre la renta que fortalecían al Estado y que respetaban los principios constitucionales, favoreciendo una gradual evolución de cómo se interpretaba la Constitución.

La convicción de que el propio Estado debía contribuir a la igualdad se unía en Alma a un largo y muy respetado trabajo a favor de las mujeres. Con otras colegas y con base en un trabajo litigante ejemplar realizó un pionero trabajo en los tribunales que abrió espacios para que numerosas mujeres siguieran sus pasos, y su defensa de mujeres vulnerables en el ámbito del derecho de familia adquirió rasgos legendarios. Descansa en paz, Alma.

fuentesknight@yahoo.com

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