MACROSCOPIO

Cohechos pasivos y activos

Humberto Preti

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El revés que tuvieron todos aquellos que propugnaban la suspensión de las elecciones con estribillos como “con estas condiciones no queremos elecciones”, con propuestas de un gobierno de transición que violaría la Constitución, fue algo contundente, pues el pueblo se volcó a las urnas llegando a tener un 71% de los empadronados. Ahora algunos de esos dicen que no debería haber segunda vuelta. ¿Y entonces qué? Pretenderán que nos quedemos sin elegir presidente.

Las reacciones ante el sorpresivo resultado son de toda índole, muchas de ellas van dirigidas a la inexperiencia del candidato que puntea en el interminable conteo, Jimmy Morales, lo cual él mismo reconoce, pero veamos los resultados que hemos tenido con nuestros experimentados políticos que llegaron a la presidencia; Vinicio Cerezo, Jorge Serrano, Óscar Berger, Alfonso Portillo, Álvaro Colom y, por último, Pérez Molina, todos ellos con experiencia gubernamental y los resultados de lo negativo de sus gestiones están a la vista, o sea que la experiencia en administración pública no es parámetro de eficiencia ni de honradez.

Hace ocho años se elaboró el Plan Visión de País, un ambicioso y bien elaborado proyecto que en aquella ocasión firmaron todos los candidatos a la Presidencia, comprometiéndose a que ese sería su Plan de Gobierno, Colom y Pérez Molina estaban entre los que hicieron el compromiso, pero, por supuesto, al llegar ambos a la primera magistratura, lo tiraron por el retrete.

El candidato Morales aseveró en una entrevista que el Plan Visión de País sería el referente para su gobierno, si es que llega a vencer en los comicios, aseveración que da cierta esperanza, siempre y cuando se rodee de un equipo capaz y de actuar con transparencia.

Su contrincante, Sandra Torres Casanova, ya dejó suficiente huella a su paso por el gobierno donde jugó el papel de “poder detrás del trono” y aún no nos recuperamos de las secuelas del pésimo gobierno de la UNE y el discurso sigue siendo el mismo, el de las bolsas y los regalitos, experta en una política populista, no aporta nunca un plan serio con transformaciones profundas que beneficien a la población y no que la acostumbren a holgar por medio de dádivas.

Sea quien sea el escogido afrontará enormes problemas que requerirán de muchas agallas, buen criterio y capacidad de negociación.

Los problemas que el futuro gobierno afrontará con dos pactos colectivos lesivos, como son el de los salubristas y el del magisterio, pactos que absorberán gran parte del presupuesto de la Nación. Lógicamente, se deberá readecuar el presupuesto de ingreso de la Nación, pues no es posible que se sigan aprobando presupuestos deficitarios; lamentablemente seguimos con congresistas comprometidos con contratos de obra pública y proveedurías al Estado, que no querrán dejar de tener un sobresueldo gracias a su irresponsabilidad al aprobar lo que es imposible cumplir.

Ojalá que para la segunda vuelta no se den alianzas perniciosas entre los partidos que tienen copado el poder legislativo, que son ni más ni menos los culpables, en parte, de la corrupción que rechazó el pueblo al manifestar, pero desgraciadamente no lo manifestó al votar, dejando los poderes Legislativo y municipal en las mismas manos, en la mayoría de los casos, y aquí es donde no vemos el accionar del Tribunal Supremo Electoral, al permitir la inscripción de personas con tachas de toda índole. Esperamos ver a un Ministerio Público que siga actuando con contundencia en la limpia de los organismos del Estado, y a los tribunales, sentenciando con firmeza a responsables de cohechos pasivos y activos.

hupretij@hotmail.com

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