MAÑANA COMENZARÁ de manera oficial la lucha electoral para realizar el segundo domingo de septiembre la primera vuelta del décimo tercero proceso político para integrar al organismo Legislativo y al Ejecutivo. Todas han reflejado la voluntad de los guatemaltecos en el ya largo plazo de 30 años, debido a lo cual más de la mitad de los adultos con derecho a votar han vivido campañas electorales sin contratiempos. Aun el burdo intento de autogolpe de Estado del delincuente Jorge Serrano fracasó y con ello afianzó el sistema de democracia electoral, en un paso positivo porque indudablemente parecen haber terminado para siempre los relevos golpistas del pasado. No por ello la ciudadanía, sobre todo la joven, se encuentra satisfecha.

LAMENTABLEmente, el inicio de la campaña es solo oficial, porque desde hace más de un año algunos partidos políticos comenzaron a realizarla de manera anticipada, ilegal —aunque se le quiera justificar con legalismos o con rechazo a la jurisdicción del Tribunal Supremo Electoral, como si este no tuviera entre sus atribuciones la de poner orden y, sobre todo, asegurarse de darles a todos las mismas oportunidades. Esta razón es parecida a dos referentes a la propaganda en los medios de comunicación, una de las cuales prohíbe el otorgamiento de tarifas especiales, es decir, con precios favorables porque tienen disminución. En otras palabras, no se puede rebajar los precios oficiales, de los cuales el TSE tiene conocimiento.

OTRA REGLAMENTACIÓN de dicho tribunal se refiere al pago de la propaganda política. Solo puede ser cancelada con un cheque del propio partido, y debidamente facturada a su nombre, no de un tercero, con el fin de evitar la presencia de fondos negros. Como queda claro, son limitaciones muy lógicas y además necesarias para dificultar cualquier forma de ventaja para un aspirante a un cargo público. En las últimas semanas, el TSE ha dado muestras de fortaleza, al multar a partidos políticos, lo cual no tiene un efecto práctico real, porque esos castigos económicos son demasiado pequeños porque así lo disponen los reglamentos. Solo tendrían efecto si significaran una pena consistente en suspensiones temporales o definitivas.

EL INICIO DE LA CARRE-ra por ganar las elecciones, este año se hace dentro del marco de la mayor crisis política desde la intentona golpista del delincuente Jorge Serrano. Es muy pronto para saber cuáles serán los efectos a mediano plazo de la crisis provocada en el oficialismo por la abrupta salida de su candidato presidencial y luego por la aventura por Corea de la vicepresidenta, así como de sus explicaciones tan poco convincentes, y la participación de su secretario privado en la red de defraudación de impuestos. Ya se sabe cómo fue la reacción inmediata, pero no cómo esta se irá desarrollando conforme pase el tiempo, e incluso cómo será juzgada por la historia, cuyo veredicto a veces tarda pero tiene la característica de ser inapelable.

DENTRO DE POCAS SE-manas se conocerá con exactitud cuántos candidatos participarán y cuál será el lugar de localización dentro de la papeleta electoral, la cual depende de la manera como vayan inscribiéndose los aspirantes. En este momento aún es muy pronto para saber quiénes serán estos últimos. Sería muy conveniente un número reducido, entre otras razones para evitar la apariencia de “cartón de lotería”, como lo ha calificado el infaltable, veloz e interminable humor chapín, del cual la crisis de ahora es un buen ejemplo de muestras de humor negro y de muchos otros colores. Como decía el doctor Arévalo, ha comenzado el proceso de las “alegres elecciones” de Guatemala.