REGISTRO AKÁSICO

El gilipollas de Trujillo

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El cordobés no utiliza “telaraña”, así unido. Le gusta separado. Cuando se defendió de la repulsa por insultar a la embajada sueca, señaló que existía una “tela de araña” en su contra. La integraba entre otros, Frank LaRue e Irmalicia Velásquez. Aquí, sí unió los dos nombres de Irma Alicia. Seguramente se justifica pensando que es una licencia poética. Se trata de un “piñazo”.

Desde hace unos meses, utiliza el poder de veto que le confiere la rancia oligarquía. Así que nuevamente habló de “Telas de araña”. Le disgusta utilizar “telarañas”. Su objetivo era manifestar que estaba en contra de su enemigo “jurao”: el partido Líder. “Se va de varetas” cada vez que observa al Dr. Manuel Baldizón, en la televisión. ¡No le pasa! Está “reventao” contra el favor de las encuestas, sin pensar que la verdadera encuesta se manifiesta el día de la votación.

En lugar de pugnar porque su candidato suba en la aceptación del electorado, ha decidido que no debe existir el proceso electoral. “Rebota” contra los magistrados de la CC que todavía no han dado su beneplácito para tramitar el amparo que declare nulos los comicios.

Qué se puede esperar de un “fartusco” que se cree con el poder de prohibir el ejercicio de una profesión. Ha decidido que no hay derecho a la libertad de expresión. Todo aquel que se atreva a incursionar en la prensa, es un “columnista emergente”.

Nadie tiene derecho a tener juicios políticos, salvo él. En una república, los ciudadanos se decantan en todos los comicios. La alternabilidad en el ejercicio del poder se explica porque los ciudadanos en su vida votan por partidos diferentes. La mayoría se forma en cada elección.

En consecuencia, a medida que se acerca la fecha de los comicios, cada candidato obtiene apoyos de personas y grupos que acuerdan impulso de programas que satisfacen demandas sociales. Los demócratas esperan que esa concentración de ciudadanos excluya a los mafiosos y los vendepatrias. Asimismo, que los acuerdos o promesas electorales se cumplan.

En cambio, los falangistas consideran que solo ellos pueden nominar candidatos, hacer negocios y beber anís. Son los únicos que deben gozar de los monopolios de los medios de comunicación, de la televisión abierta y cerrada. Los patronos de El Mirador pueden emprender negocios, comprar voluntades y mantener el cinismo de los dueños del prostíbulo. Para mientras, como el chulo, no cuida la honradez sino que se mantenga el flujo del dinero. Si para hacerlo se necesita prostituir a la democracia, es el primer proxeneta.

¿Qué te crees? Tatascán pomposo de cuentos de perros. Respeto a la ciudadanía que escoge al candidato que le convence. Los que se perfilan son personas de respeto: una dama y varios caballeros hasta ahora. Como ciudadanos en una lid política nadie tiene derecho a llamarlos payasos, demagogos o vetarles el derecho a que aspiren a dirigir el país.

http://registroakasico.wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.