CONTINUAR EL MANDATO de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala es casi una condición de Estados Unidos para apoyar el Plan para la Prosperidad del Triángulo Norte, según sus declaraciones de ayer en Villa Nueva, de acuerdo con las cuales esto “es muy, muy importante” y debe ocurrir “si alguien espera que el Congreso se sume a la iniciativa haciendo compromisos de miles de millones de dólares. Ustedes deben estar comprometidos para limpiar el sistema. La impunidad es un problema gigantesco en el Triángulo Norte y punto”. Esto encaja con lo señalado antes de considerar “pedirle a las Naciones Unidas que cree un cuerpo regional”, o sea dos “Cicig” más, una en Honduras y la otra en El Salvador.

PERO HUBO OTROS criterios igualmente claros. Por ejemplo: es difícil convencer a los inversionistas extranjeros, si las compañías centroamericanas no lo hacen. “En otras palabras, necesitamos un clima empresarial correcto”. Se necesitan “reglas claras, protección a los inversores, tribunales que sentencien con justicia, esfuerzos serios para erradicar la corrupción, transparencia para asegurar la asistencia internacional para que los dólares de impuestos se gasten en forma responsable y sabia”. Se debe trabajar, dijo “para que los tribunales, el gobierno, los contratistas, se perciban como justos y transparentes, porque la verdad es que en este momento no se perciben así”. “Los fondos deben administrarse correctamente, eficazmente y con transparencia”.

EN ESTADOS UNIDOS, LA pregunta es cómo saber si no pasará nada, y es distinto a otros planes de ayuda. El vicepresidente se preguntó si “seguimos realmente intentando atenuar los problemas?, ¿O queremos solucionarlos?” Y considera esta la mejor oportunidad para lograr el avance de las economías, reforzar el estado de Derecho, ahuyentar la corrupción, atraer miles de millones de dólares en inversión directa. Las corporaciones estadounidenses desean venir, “pero tienen que terminar de una vez por todas el clima de violencia endémica y la pobreza”. Y también mencionó la importancia otorgada por Estados Unidos a este tema, con las varias reuniones sobre el tema, y las acciones del presidente Obama en Washington.

AL ANALIZAR ESTAS PAlabras, en realidad lo único nuevo es la idea de las dos “Cicig” en Honduras y El Salvador. Los señalamientos sobre corrupción, necesidad de ingresos de dinero centroamericano en el istmo, la importancia otorgada por Estados Unidos a la continuación de la Cicig en Guatemala, y varios más, ya habían sido mencionados varias veces afuera y dentro del país, sobre todo en las columnas de opinión periodística y en los resultados de investigaciones de entidades serias de análisis tanto de coyunturas como de aspectos fundamentales o malas tradiciones. Los guatemaltecos conscientes no pueden molestarse por la franqueza, una actitud mucho mejor a la de discursos de excesiva diplomacia y por tanto inútiles.

ES NECESARIO DESCU-brir la lógica del pensamiento político estadounidense. El Triángulo Norte representa un riesgo; se les debe dar una mano, pero como se trata de miles de millones de dólares, es necesario asegurarse de un control de la corrupción y la impunidad rampantes, claras y manifestadas con arrogancia. La Cicig es una institución de la ONU y ha tenido algunos éxitos. Por eso se podría decir que se convierte en una condición. Ante eso se debe meditar ¿tiene lógica esa forma de pensamiento? A mi juicio, sí. Por eso es necesario aprovechar la oportunidad para negociar algunos cambios en esa institución, imperfecta, por supuesto. Mientras, el mensaje es claro. Y es inútil enfrentarse a una ola de ese tamaño, independiente si nos gusta o no.