HAGAMOS LA DIFERENCIA

Fertilizantes, ¿otra vez?

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Una vez más, como ha sucedido en los últimos quince años, el ministro de Agricultura, Mario Estuardo Méndez, está en la búsqueda de presupuesto para proveer fertilizantes a los agricultores guatemaltecos, lo que evidencia falta de claridad para hacer propuestas estratégicas en bien del agro nacional. Debe comprenderse que los más de Q3,300 millones invertidos en fertilizantes no han ayudado al campesino a salir del subdesarrollo. El Maga debiera alinear todas sus acciones para “Desarrollar el Agro en el país”. Guatemala no puede darse el lujo de tener “agricultores pobres”, si tiene “un gran potencial en el campo, debido a sus abundantes recursos”. Para ello deberá: a) Incentivar el desarrollo de infraestructura y capacidad productiva agrícola: invernaderos, un sistema nacional de riego, extensión agrícola, apoyo para comercialización agrícola. Incentivar el trabajo diligente con recursos inteligentes, al desarrollar una agricultura de precisión, en lugar de una agricultura especulativa. b) Desincentivar donación de alimentos, insumos perecederos —como fertilizante—, etcétera, que lo único que logran es acostumbrar al agricultor a depender de dádivas; muy bien lo dice el refrán popular: “No hay que regalar el pez, sino enseñar cómo pescarlo”. c) Estimular actividades como hidroponía, aeroponía, cultivo de hongos, actividades pecuarias, en regiones con escasas o ninguna condición para el desarrollo de labores agrícolas. b) Eliminar el clientelismo político y llevar el desarrollo a “todos (as)”, apoyando al agricultor que realmente desea trabajar y no el que se ve obligado a participar en los mítines políticos, perdiendo su valioso tiempo. c) Evitar duplicaciones o triplicaciones de apoyo en el campo, pues actualmente se tiene un sinnúmero de instituciones, oenegés, que están haciendo prácticamente lo mismo con los mismos beneficiarios, al fin y al cabo, como dicen muchos colegas, “no te preocupes por trabajo, pues hay pobres para todos”.

Todos los recursos del Maga: personal, presupuesto, equipos y vehículos, deberán ponerse al servicio del desarrollo del agro, y dejar solo el personal estrictamente necesario para atender trámites. Debe estimularse la presencia de los técnicos en el campo, al evitar la burocracia. Deben alinearse todos los proyectos del Maga —que son la mayor proporción del presupuesto—, para que se orienten hacia estas estrategias, al convocar a una reunión de directores de proyectos y agencias cooperantes, así como representantes de países donantes al hacer conciencia en ellos sobre la necesidad de priorizar los recursos disponibles. Además, debe coordinarse con otros ministerios esta prioridad establecida. Los puestos de trabajo deberán otorgarse paulatinamente por “capacidades y competencias”, buscando “aptitudes en el campo agrícola”, pero sobre todo “actitudes honestas y de trabajo esforzado”. Alinear todas las entidades descentralizadas y no descentralizadas del Maga, buscando realizar estas estrategias: Indeca, Fondo de Tierras, RIC, Inab, Moscamed, Prolac, ICTA, Enca, Ocret, Indeca, Fonagro, IGN, Conadea, etcétera.

Guatemala, por su vocación agrícola, forestal y su potencial, debe tener un agro desarrollado que compita con países como Israel, España y Estados Unidos. Con voluntad política puede lograrse. Estamos ante una oportunidad histórica que el pueblo de Guatemala le ha otorgado a un presidente que debe tener cuidado de no ser absorbido por los intereses que siempre han gobernado en este país.

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.