LIBERAL SIN NEO

La juventud y el unicornio (azul)

En opinión de algunos, un grave problema es que el país carece de una ley específica para la juventud. ¿Cómo se podrá salvar a los jóvenes de Guatemala sin una ley de la juventud? No falta el clásico argumento del hombre de paja; quienes se oponen a la ley de la juventud, no apoyan a los jóvenes. Un titular resalta que “los jóvenes exigen aprobación de ley de la juventud”.

Quizás por la lentitud del correo, al Congreso de la República no ha llegado el memo que explica cómo están las finanzas públicas en Guatemala, la exhortación a ser cuidadosos con el gasto y practicar, en la medida de lo posible, la frugalidad con el dinero de los contribuyentes. El memo también debiera indicar que, por favor, no se fabriquen más derechos que no se van a materializar, con sus consecuentes obligaciones dinerarias para el Gobierno y los contribuyentes.

Con tanta carencia que hay en Guatemala, las múltiples exigencias por más fondos públicos y el colapso de los servicios públicos más básicos, es impresionante la facilidad con la que se pretende crear un nuevo aparato burocrático. Es bien conocida la frágil situación en la que se encuentran las finanzas públicas. El sistema hospitalario está en constante crisis, desde hace años, por falta de medicinas, equipo y material médico. Cada cierto tiempo hay grupos de médicos que se van a paro o cierran la consulta externa, por falta de suministros o porque no se les han cancelado los sueldos que se les adeudan.

¿Hay que hablar de las carencias en el sistema de educación pública y la exigencia por más fondos? ¿La seguridad y la exigencia de más fondos? ¿El millardo adicional que requiere el Ministerio Público y otro tanto para el Organismo Judicial? ¿Mantener las viejas carreteras y hacer las nuevas? ¿La reparación del Puente Belice? ¿La Bolsa Solidaria que pasó a ser Segura y que el gobierno de turno, creo, aún no ha bautizado con nuevo nombre para la propaganda? ¿Los comedores solidarios y seguros? ¿Fondos para regalar el fertilizante al cual ya tantas personas tienen “derecho”? ¿El aumento del estipendio para personas de la tercera edad? ¿El deporte y el patrimonio cultural? ¿El listado de obras públicas? La competencia por fondos públicos es verdaderamente feroz y no alcanza.

Qué corta es la memoria. El tema de la ley de la juventud salta a pocos días que se conoce la noticia del inicio de juicio contra la exdiputada Julia Maldonado, acusada de un desvío millonario mientras era directora del Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve). De una donación de la Unión Europea, por Q4.7 millones, más de Q3 millones fueron a parar a cuentas de doña Julia y a gastos inexplicables, como un vehículo para su madre y pago a proveedores inexistentes. Esto no se crea que lo destapó la CGC o el MP; salió a luz como resultado de una auditoría realizada por una entidad internacional.

Se dice que la ley de la juventud garantizará a los jóvenes el acceso a programas de salud preventiva, curativa, nutritiva, mental, sexual, reproductiva y de rehabilitación. La ley “garantiza” el acceso a la educación sexual, con enfoque científico, así como a anticonceptivos modernos. Para estas garantías, por supuesto, es necesario aumentar los impuestos. ¿Estarán los embajadores de los países “amigos” detrás de esto? La ley de la juventud no garantizará absolutamente nada que no sea la creación de nuevos aparatos burocráticos, el aumento en el gasto público, la impresión de folletos y afiches, regalar condones y facilitar el aborto. Hay muchas carencias y urgencias en Guatemala; la ley de la juventud no es una de ellas.

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).