Las lecciones de un veredicto

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PORTILLO TIENE un largo historial político, en el cual se manifestaron algunas de las lacras de quienes participan y logran puestos de elección. Se dio a conocer como integrante de la Democracia Cristiana, cuyos dirigentes de la época de los ochentas lo consideraban una buena apuesta para la continuidad del gobierno encabezado por Vinicio Cerezo. Después vino su cambio de rumbo y de criterio, causante de justificados rencores y críticas, por su decisión de unirse a la aventura política encerrada en el Frente Republicano Guatemalteco. Fue un abjurar de sus principios de ideología de izquierda, por la cual había debido abandonar Guatemala para radicarse en México, donde en Chilpancingo mató a tiros a dos ciudadanos mexicanos.

LA SIMPATÍA PERSONAL, heredada de su familia y de haber vivido su infancia y juventud en el oriente guatemalteco, fueron factores fundamentales para su victoria electoral. Su paso por la Presidencia se convirtió en un ejemplo más de oportunidades desperdiciadas por los políticos llegados al poder con gran apoyo popular. Eso ocurrió con Cerezo, con el mismo Ríos Montt y con él. Muy pronto sucumbió ante las tentaciones de la corrupción, con el resultado de agregarse a la lista de quienes llegan al poder para obtener beneficio propio. Sus problemas comenzaron muy pronto al dejar la Presidencia, comenzando con haber sido hasta cierto punto abandonado por la dirigencia riosmontista, por desavenencias en el ejercicio del poder.

SU ETAPA DE PRÓFUGO de la justicia comenzó en el 2004, cuando fue acusado de mal uso de los fondos públicos. Escapó a México, donde estuvo hasta octubre del 2008, cuando fue extraditado a Guatemala. Al comenzar el 2010 fue capturado en Izabal, mientras trataba de huir a Belice, y en el 2011 fue declarado absuelto de una malversación de 120 millones de quetzales. Luego vino la causa de su condena: haber cambiado a su nombre dinero otorgado por Taiwán, utilizando para ello bancos estadounidenses, donde no tardó la acusación de lavado de dinero y la petición de extradición, realizada en una forma causante de críticas contra el gobierno guatemalteco y contra Estados Unidos. La subsiguiente admisión de culpabilidad le valió haber logrado la sentencia de ayer, de la cual se pueden deducir moralejas.

ESTAS LECCIONES SE PUEden aplicar en Guatemala y en el resto de países latinoamericanos, sobre todo los de tamaño pequeño, por ello con posibilidades de prostituir la actividad política. Una de ellas es la advertencia a los políticos de estar alejándose los tiempos de las acciones corruptas impunes. No se ha terminado el capítulo final de esta larga saga de peculiaridades y de hechos sin precedentes. Otra se refiere a la actitud de mucha gente ante un político caído en desgracia, sobre todo en el caso de quienes de alguna manera se beneficiaron de la presidencia portillista. Aún no se ha cerrado el último capítulo de esta historia, pero las lecciones derivadas o posibles de obtener ante lo ocurrido ya comienzan a ser muy evidentes.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.