PLUMA INVITADA

Llegó la hora

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Este domingo los guatemaltecos acudirán a las urnas electorales para depositar su voto y elegir al nuevo gobernante que conducirá el destino del país, así como a diputados, alcaldes municipales y sus respectivas corporaciones edilicias. Trascendental evento cívico popular que permitirá la posibilidad de abrir un mejor horizonte para Guatemala y sus habitantes, con el anhelado y decisivo cambio, combatiendo con fuerza la corrupción, inseguridad, criminalidad, extorsión, robo, secuestro, pobreza, desorden e irrespeto, y reforzando con firmeza los programas de salud, educación, empleo, servicio social, desnutrición infantil, economía y tantos otros beneficios que urge la ciudadanía honrada y trabajadora.

Paralelo a este acontecimiento electoral se ha registrado la valiente, digna, honorable, cívica, popular y por demás histórica acción de connacionales honrados, responsables —no políticos—, sin distinción social, credo, raza, sexo, edad y demás, que han alzado su enérgica voz de protesta contra los desmanes gubernamentales y grave crisis general que afronta el país desde hace varios años. Este demostrado clamor popular ha sentado histórico precedente, huella y heroísmo. Merecen nuestro respeto, aplauso sincero y la admiración del mundo, pues se constituirá en celoso guardián del futuro del país que urge ser más justo y próspero, con convivencia pacífica y oportunidades para todos, pero especialmente para la juventud, con un panorama tranquilo, estudio, trabajo y desarrollo, para alcanzar un mejor futuro de vida.

Deberán quedar sepultados poco a poco tantos años de lamento, incertidumbre, temor, repudio, tristeza y desesperación, siempre y cuando el futuro mandatario proyecte de inmediato su buena voluntad, responsabilidad, agradecimiento por el voto recibido y cumplimiento de sus promesas.

Excelente oportunidad para que los dirigentes políticos manchados demuestren, quizá por primera vez, su voluntad política, amor a la patria, dignidad ciudadana, civismo y responsabilidad. Sería ético mantener su oposición a bajo perfil, aparte de dejar en suspenso temporal la acostumbrada y criticable actitud de arremeter contra el ganador por el dolor de la derrota y pérdida millonaria.

Importante esta franja eleccionaria en la vida nacional —lamentable sin reformas—, pues el torbellino de incertidumbre provocó natural y extremo temor entre la ciudadanía, por el posible registro de algún suceso inesperado por el elevado nivel de inseguridad que macabramente nos rodea e intereses de toda magnitud política. Las expectativas por los resultados son gigantes, preocupantes, estresadas, tanto para candidatos como para electores, pero afortunadamente se ha llegado a un buen final de tal encrucijada electorera.

Que gane el mejor, el escogido por el pueblo, y que no falle su compromiso con Guatemala. El nuevo presidente podrá convertirse en héroe nacional si logra tan ansiado anhelo, una nueva nación. Los últimos sondeos de intención del voto de agosto señalan: Encuesta Libre, desarrollada por Prodatos para Prensa Libre: Manuel Baldizón, 24.9%; Sandra Torres, 14.7%; y Jimmy Morales, 16.2%. Y Cid-Gallup: Baldizón, 47.00; Torres, 14.00; y Morales, 13.00. ¿A ver qué sucede?

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