La crisis política que estamos viviendo, tanto en las ciudades, como en todo lo demás, sigue de mal en peor. Pero para “los mismos”, se lanzan a tratar de seguir cooptando el poder municipal de Guatemala, pero sin resolver sus grandes valencias. Siguen soñando en una ciudad de solo un millón de habitantes, en manos de ellos, cuando se está ante casi cuatro millones; en un país en que se está desarrollando una revolución por las nuevas generaciones, otro ¿marzo y abril, 79?. Desde el año 2000 se ha visto el crecimiento tal como se había previsto en el siglo XX, y que la violencia generada por las mafias del narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción urbana han modificado los trazos establecidos. En donde se abandonaron los planes urbanos sociales y como resultado se acentuó el desastre de la pobreza urbana. Esto ha cambiado el proceso urbano de la Región Central de Guatemala, como el espacio y la forma urbana, estructurándose ahora dentro de los municipios: 1 Guatemala 2. Santa Catarina Pinula 3. San José Pinula 4. San José del Golfo 5. Palencia 6. Chinautla 7. San Pedro Ayampuc 8. Mixco 9. San Pedro Sacatepéquez 10. San Juan Sacatepéquez 11. San Raymundo. 12 Chuarrancho. 13 Fraijanes 14. Amatitlán 15. Villa Nueva 16. Villa Canales 17. San Miguel Petapa.

Un vecino en un “Blogger” en el 2009 expresaba lo siguiente: “…. sus vivencias diarias son un fragmento tan solo, y que invita a la los vecinos a construir conjuntamente la imagen real de esta aglomeración humana caótica y desordenada”, y continuamos igual después de 6 años. La responsable que ha generado esta Metrópoli es la Ciudad de Guatemala, por haber sido históricamente un atractivo para la inmigración rural. Pero la emigración hacia los Estados Unidos que se acerca a un millón seiscientas mil personas post conflicto interno alivió la presión. Sin embargo “los mismos”, no han desarrollado nada al respecto, cuando ya se había planteado en los años 80 una organización territorial metropolitana con la formación del Distrito Central. Ahora que se atisba una nueva organización nacional del Estado, algo que preveían las autoridades de entonces, con la premisa: “Este caos urbano no puede enfrentarse con acciones aisladas por los municipios del Departamento de Guatemala y menos sin el concurso del Gobierno Central…” Los problemas a resolver son: déficits de servicios, de aéreas verdes; contaminación ambiental,-caso del lago de Amantillan-, fricción espacial y deterioro urbano. Pero ahora, como una paradoja del destino, existe un Gobierno Central “en coma”, dentro de un proceso de reestructuración del Estado. Pero “los mismos” proponen solo políticas electoreras, cómo manejar (ellos), los fondos públicos, pero sin indicar un desarrollo integral del Estado, que alivie los problemas de la urbanización caótica nacional, en especial, la metropolitana. O, cómo mejorar el nivel de vida de la población por medio de políticas administrativas integrales regionales y sobre todo, corregir esa corrupción urbana en manos privadas.