A CONTRALUZ

Magistrados venales

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PÉREZ MOLINA CREE que puede respirar tranquilo por un tiempo más. Tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) cerraron en torno a él el círculo de impunidad a costa de prostituir la jurisprudencia del país. Roberto Molina Barreto es el principal responsable de la aberración jurídica que amparó a la abogada Karen Fischer con el argumento de que está en peligro la institucionalidad del país. Este magistrado impulsó un fallo a todas luces político, en el que hizo a un lado el hecho de que Fischer carece de legitimidad porque no había ningún agravio personal y directo en su contra. Además, la Corte Suprema de Justicia estimó que los argumentos del diputado Amílcar Pop no eran espurios, políticos o ilegítimos, y le correspondía a la Pesquisidora efectuar la investigación respectiva. No hay vuelta de hoja, es un fallo perverso que sale al rescate de un presidente que ya debería estar en la cárcel.

MOLINA BARRETO no se prestó a esa sucia jugada por amor al arte. Este abogado está cabildeando su reelección como magistrado de la CC, por lo que le interesa demostrarle a la clase política que es confiable para la preservación del status quo. Molina Barreto ha archivado los amparos para antejuiciar a los diputados Gudy Rivera, del PP, y Mario Rivera, de Líder, lo cual lo convierte en un aliado de la impunidad. Es el mismo que favoreció la anulación de la sentencia por genocidio contra Ríos Montt. También se mostró contrario a la suspensión del salario mínimo diferenciado de Q1,500 por una sencilla razón: Tiene conflictos de interés porque la fundación Fundacívica —de la cual es fundador y una de sus hijas es la gerente— ha recibido fondos de la Asociación de la Industria del Vestuario y Textiles (Vestex), interesada en la vigencia de ese salario que viola derechos constitucionales de los trabajadores.

A ESE MAGISTRADO VENAL se unieron Héctor Hugo Pérez y María Araujo. El primero le debe favores a Pérez Molina, ya que este nombró a su hija, Olga María Pérez, en la misión de Guatemala ante la OEA en Washington. La segunda llegó a la CC en sustitución de Alejandro Maldonado, y mantiene la misma línea progobiernista de su antecesor. Los únicos magistrados que no acuerparon el fallo aberrante fueron Mauro Roderico Chacón y Héctor Efraín Trujillo, quienes se basaron en la ilegitimidad del amparo de Fischer. Precisamente la magistrada Gloria Porras, quien se encontraba fuera del país, expresó que el fallo de la CC es político.

MOLINA BARRETO, el magistrado de la impunidad, no tiene todo ganado. Ayer el Ministerio Público solicitó a la CC que revoque ese amparo porque la acción de Fischer carece de legitimidad, pues no existe agravio personal y directo en su contra, a menos que ella se llamara Pérez Molina, quien sí podía alegar esa molestia. Molina Barreto y sus colegas de tropelías tratarán de prolongar el proceso para ganar tiempo, con el fin de que Pérez Molina termine su período a costa, por supuesto, de desgastar aún más la credibilidad de la CC.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.