LIBERAL SIN NEO

Memoria de unas elecciones

En 1974 trabajaba en Estudio Abierto, un telenoticiero que se transmitía en Canal 7. Recién había alcanzado la mayoría de edad y me sentía muy importante con saco y corbata, portando una cámara y carné de la empresa. Me gustaba pensar que era reportero o periodista, pero era ejecutivo de negocios. El director del programa era Mario Solórzano Foppa, que después resultó ser militante de la guerrilla y fue muerto en combate.

Se acercaban las elecciones del 3 de marzo de 1974 y con un compañero, Juan Carlos —también vendedor con aires de periodista—, obtuvimos carné de prensa para cubrir el evento electoral. Los candidatos a la presidencia, de la rosca oficial, eran el general Kjell Laugerud García y Mario Sandoval Alarcón, de la coalición MLN-PID. Se cuestionaba si a Kjell no le causaría problema su nombre, difícil de pronunciar, pero los magos de la publicidad resolvieron esto bautizando al binomio como “Shell y Mario”. Otro binomio estaba conformado por el también general Efraín Ríos Montt y Alberto Fuentes Mohr, del Frente Nacional de Oposición (FNO), una coalición de los partidos Democracia Cristiana, FURD y PRA. El tercer candidato era el coronel Ernesto Paiz Novales, del Partido Revolucionario. En estas elecciones también se elegiría a 60 diputados, que se consideraba eran muchos.

El día de las elecciones nos movilizamos a diferentes centros de votación, cubriendo principalmente el Parque de la Industria. Hacia el final de la jornada fuimos a la Municipalidad, que era uno de los centros de información de las votaciones, donde nos entregaban resultados parciales cada hora. Era alegre, había mucha gente y devorábamos shucos en lo que esperábamos.

Pasada la medianoche, cansados, nos fuimos a la Torre de Guatel, en la zona 8, el centro de cómputo y comunicaciones donde se centralizaba la información oficial del conteo de votos. Las puertas estaban cerradas pero mostramos nuestros carnés a los elementos de la Policía Militar Ambulante y nos dejaron pasar. Era un carné mágico; subimos varios niveles y nos encontramos en el centro nervioso de resultados. A nuestra solicitud, la persona a cargo nos mostró una hoja con el conteo actualizado de los votos para Presidente. No sabía quiénes éramos. Estaba a la cabeza Ríos Montt, con una ventaja significativa sobre Shell. Apuntamos los resultados y nos quedamos otro rato, ya era pasada la una de la mañana. Al siguiente día llegamos a las oficinas de Estudio Abierto y entregamos los resultados que nos habían dado en Guatel. Nos trataron como héroes, ya que nadie más tenía información tan actualizada y nos pusieron a armar una pizarra para mostrar los resultados en el noticiero del mediodía. Mario Solórzano se acercó a nosotros y nos dijo que suspendiéramos la tarea. Había recibido una llamada del personaje de Guatel, diciendo que nos habían dado datos equivocados que no se podían publicar, dándole los resultados “reales”. Shell encabezaba el conteo de votos.

Por esos días fue mi bautizo con gas lacrimógeno. Estábamos en la sede de la Democracia Cristiana, en la 8ª avenida de la zona 1, en una conferencia de prensa, y Fuentes Mohr se había parado en una mesa para que se le pudiera escuchar, denunciando fraude. Llegó la policía en “perreras”, picops con jaula en la palangana y lanzaron gas lacrimógeno por las ventanas y el patio. Una anciana me dio un trapo con vinagre para que me lo pusiera en la cara.

Shell ganó las elecciones de 1974. No sé si hubo fraude, pero lo que yo viví y pude ver, se le parecía bastante.

fritzmthomas@gmail.com

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).