IMAGEN ES PERCEPCIÓN

Muchos Giordanos

|

Juan Manuel Giordano fue electo como diputado y se convirtió en el legislador más joven de la historia de Guatemala. Este llamado dipukid no logró digerir lo que le estaba pasando y desde entonces ha protagonizado muchos vergonzosos escándalos.

Aunque este dipukid está hoy en el ojo del huracán, recordemos que él es solo una muestra que representa al gremio parlamentario, que sin importar si son kids o añejos, hombres o mujeres, indígenas o ladinos, muchos de ellos han estado envueltos en sórdidos escándalos y cada vez son más repugnantes sus actitudes. No digamos los que han robado descaradamente los fondos del propio Organismo Legislativo.

Situación que ha provocado, y con toda la razón, un rechazo generalizado en la ciudadanía. La percepción de la población es que la palabra diputado, es sinónimo de una persona corrupta, inmoral, racista, mafiosa y vulgar; que muestra un muy bajo nivel político y moral. Aunque por allí hay algunos que se salvan, pero contaditos con una mano. Incluso ayer la fiscalía solicitó que se les retire la inmunidad parlamentaria a ocho diputados, por haber proferido insultos racistas contra una gobernadora indígena.

Para colmo de males, es chocante que un gran porcentaje de ellos sean tránsfugas, lo que significa que han jugado con la voluntad del electorado y han preferido dar rienda suelta a sus ambiciones personales, cambiándose de camisa y vendiéndose al mejor postor antes que honrar el compromiso con sus votantes. Les importa muy poco “el qué dirán” o su reputación porque sin ninguna vergüenza muestran ante todo el mundo su baja calidad moral e indignidad para ocupar un puesto, que debía ser ejercido por personas que posean cualidades personales, valores elementales y además estén comprometidas con la población.

Es vergonzoso que, en tan solo tres meses, 70 diputados se hayan cambiado de camisa política. Lo que equivale al 44 por ciento, poco menos de la mitad del universo de curules. Los diputados han decepcionado al pueblo, dejando de lado el compromiso de ser los padres de la patria y respetar el puesto asumiendo la categoría que les corresponde. Aunque siendo realistas, es muy complicado que ellos logren cambiar, porque la gran mayoría de los actuales diputados son impresentables e insalvables y no modificarán su forma de actuar, porque son la consecuencia de un sistema político podrido. Ellos pueden refugiarse en las mismas leyes que los protegen para seguir haciendo fechorías a sus anchas y en el fondo todo su gremio los respalda.

Aunque el trabajo parlamentario siempre ha sido deficiente y poco transparente, este año el pueblo ya no está dispuesto a seguir tolerando las actitudes y señalamientos de corrupción contra varios diputados. El pueblo quiere repetir la historia del año pasado, cuando el Ejecutivo fue el protagonista. Esta vez marca la agenda la depuración del Congreso de la República. Ante las constantes denuncias de corrupción, escándalos y malos manejos por parte de varios diputados, se hace necesario limpiar, según el criterio de varios sectores en Guatemala. Los analistas políticos coinciden en que la depuración del Congreso es un clamor popular, pero tienen diferentes criterios en las acciones que se deben seguir, por lo que esto debería ser el primer planteamiento para unificar una ruta de acción dentro del marco legal.

Por esta razón las redes sociales están volviendo a convocar a la ciudadanía para volver a manifestarse masivamente, esta vez frente al Congreso de la República, para exigir una depuración, un cambio de actitud, dignidad, respeto en el Organismo Legislativo.

Imagen_es_percepcion@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.