El nacimiento

*OSBERTO GÓMEZ

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 Como en Mixco son muy tradicionales las ferias, pues en el nacimiento también debía ir una feria con su rueda de chicago, loterías y ventas de comida, procesiones rumbosas, porque así es la vida en Mixco. Pero allí no hemos llegado al lugar principal del Nacimiento: el Pesebre. Para ese espacio se reservaba lo mejor: los colchoncitos de musgo, el musgo más mullido y suave, se armaba el pesebre con ramas secas, para no manchar los pañales del Niño Dios.

Se colocaba un pañuelo fino de seda o lino, bordado para la ocasión, con una pequeña almohada de tiempo inmemorial, se le retiraba el resplandor de plata para limpiarlo con bicarbonato y limón. Se tapaba con otro pañuelo fino, para simbolizar que el Niño nace el 24 de diciembre, a las 12 de la noche, a esa hora se le quitaba el pañuelo y se daba a besarlo a toda la familia. También la Virgen María recibía una especial. Las figuras del buey y la mula que mi abuela tenía eran curiosas porque estaban de pie y no echados, como todos, por lo tanto siempre se colocaban al lado del pesebre. Ahora los pastores selectos eran especiales: la mayoría de ellos eran de una cuarta de alto, vestidos con trajes típicos de Guatemala. El 6 de enero se terminaba la novena del Niño Dios y se tenía que hacer como Dios manda. Todos los días a las seis y media de la tarde llegaban a la casa todas las vecinas invitadas para rezar. Al finalizar cada día, la dueña de la casa ofrecía a los comensales algún ponchito, agua de canela o cualquier otra golosina para agradar y agradecer la presencia de las rezadoras. Pero el último día era realmente solemne, porque venían de la capital los músicos contratados para la novena “la familia Valle”, conformada por don Rafael Valle y doña Carmencita de Valle; con todos sus hijos que formaban el orfeón de Navidad, cantando todo, las aves Marías, las letanías, todos los misterios y todos los gozos, al finalizar se cantaba “Divino Infante”. Mi abuela con sabiduría acumulada nos consolaba diciendo: “Prepárense para el otro año, para hacerlo mejor”.

*Cronista de la Ciudad de Mixco

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