LA ERA DEL FAUNO

A merced de infotraficantes

Juan Carlos Lemus @juanlemus9

|

Desde que Jimmy Morales era candidato a la presidencia, varias fueron las voces que advirtieron sobre los hilos que lo manipulaban desde un círculo de exmilitares y su carencia de un programa de gobierno.

Se presentó como un artista popular que sacaría de la miseria política y social al país. No sé si lo recuerda, entre la propaganda de campaña había unos carteles cómicos, por no decir despreciables. Tenían una foto suya con un rótulo que decía: “Curaremos tus heridas”.

La magia gris de la hipocresía, en todos los terrenos, centra la discusión en las máscaras y no tanto lo que ocasionan. Lo cómico entretiene, en tanto que lo lastimero enternece. Tan acertada es la fórmula que hay dos iconos instalados a nivel mundial, donde quiera que haya teatro. Son dos máscaras. La sonriente representa la felicidad. La otra luce triste. Mas siguen siendo máscaras. Las emociones las pone el público, el que paga. Jimmy Morales da pie a las burlas con sus ocurrencias, al tiempo que derrama sus lágrimas y a otros enternece. Pero ni burlarse o flagelarse con él sirve de nada, pues debajo de esa apariencia, tras varias capas de cebolla, hay una sociedad que va siendo conducida a los tiempos del terror de estado.

Cuando hablamos de terror, puede que solo acudan a nuestra mente los atentados suicidas. Hay una clase de terror, sin embargo, mortal como metástasis silenciosa que se come a un pueblo cuyo presidente es manipulado. Ese terror va hundiendo a nuestro país. No es teatro, es la verdad. La sociedad se vuelve cada día más indefensa y agresiva. La inconformidad es el lunar visible. Debajo hay espionaje, abuso de la Policía; debajo está el guardaespaldas del ministro de Gobernación, Francisco Rivas, disparando al aire; está la diputada Patricia Sandoval, de FCN-Nación, captada en un video gritando abusivamente a las autoridades de Salud; está la balacera de ayer que dejó a cinco personas muertas, entre ellos un guardia del SP. El descontrol y la prepotencia se esparcen mientras Morales sigue interpretando su estudiada manera de salirse por la tangente. Ha permitido que cobre fuerza la persecución a empresarios, activistas y periodistas. Con Jimmy se termina de configurar ese acoso espía que yo llamaría infotráfico.

En el caso de la SAAS, el exmilitar Herber Melgar Padilla estaría involucrado en una estructura ilegal de espionaje desde esa Secretaría. Al ser puesto en evidencia, para evadir la justicia asumió como diputado del FCN-Nación. Para hacerlo, contó con la ayuda del también diputado oficialista Alsíder Arias, quien abandonó el Congreso para que Melgar asumiera. Jimmy Morales admitió lo que no podría negar, que este personaje lo asesoró durante la campaña y que lo acompañó a los gabinetes de gobierno. ¿Qué hace un espía en medio de ministros que toman decisiones sobre el destino del país?

Entre las personas que han protegido y son protegidas por el presidente, en una conveniente simbiosis antisocial, está el fundador del partido FCN-Nación, diputado Edgar Justino Ovalle, a quien el MP relaciona con el hallazgo de 523 osamentas en un destacamento en Cobán.

A tales esferas pertenecen los infotraficantes. Delinquen en la misma categoría del crimen organizado. Llamar espionaje a un sistema de acoso, persecución, presión desde call centers y daños psicológicos es un eufemismo para describir al homínido evolucionado desde el oreja callejero en tiempos de Estrada Cabrera, o Ubico, hasta el director de drones actual. El tráfico de información ilegal o infotráfico está en manos de una mafia tolerada por el presidente y el vicepresidente Jafeth Cabrera.

@juanlemus9

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: