Al iniciar el año 2018 es imperante reflexionar sobre las oportunidades que tenemos como personas y como país, ya que es el momento, si no lo hemos hecho, de fijar metas. Mucho se ha escrito sobre el “Bono demográfico” que tienen en esta época, los países de Latinoamérica. Consiste en un crecimiento poblacional vegetativo positivo: los nacimientos superan las muertes, en el que, las personas que están en edad para trabajar son significativamente mayores en número que el de dependientes, esto da oportunidad para trabajar, producir, ahorrar e invertir. Este fenómeno puede ser aprovechado, o desperdiciado, dependiendo de las decisiones que se tomen como país o de forma individual.

Los guatemaltecos por naturaleza somos “excelentes trabajadores”, por lo que, el bono debe aprovecharse al máximo, al proveer las condiciones adecuadas para producir fuentes de empleo. Mencionaré algunos ejemplos para confirmar lo expresado: El famoso Chef Marcus Samuelsson, chef invitado del expresidente Barack Obama para la primer cena oficial ofrecida en su gobierno y dueño del restaurante “El Gallo rojo” en Nueva York, en su libro Yes Chef, opina “en una oportunidad que necesitó reducir personal, al analizar a sus trabajadores observó que los filipinos trabajan por períodos prolongados, pero en forma cadenciosa, los estadounidenses son detallistas pero no trabajan tan intensamente ni por períodos prolongados, decidió quedarse con guatemaltecos, pues a su criterio reúnen las características de ambos grupos”. Un gerente de maquilas coreanas en Guatemala, opina que él ha preferido colocar supervisores guatemaltecos en lugar de coreanos pues son más cuidadosos en la confección. Las prendas elaboradas en Guatemala, son preferidas sobre las maquiladas en otros países. En Panamá se han contratado trabajadores guatemaltecos pues no anteponen excesivas condiciones labores. En la ampliación del Canal de Panamá los trabajadores guatemaltecos en metalurgia fueron preferidos.

El gobierno de Guatemala debe considerar seriamente el aprovechamiento del bono demográfico y proveer las condiciones adecuadas para nuevas fuentes de trabajo. El congreso debe priorizar leyes que favorezcan la producción y estimularlas. La iniciativa privada debe dar condiciones labores adecuadas para incentivar a que los guatemaltecos den todo de sí, a como lo hacen en otros países.

El guatemalteco debe prepararse. Sin importar el nivel educativo en que se encuentre, debe continuar estudiando, ya sea a nivel vocacional, técnico o universitario. Aprovechar las oportunidades que los centros educativos, instituciones y universidades ofrecen: en horarios, carreras, forma de ofrecer los programas: presencial u online, etc. No debe olvidar que “el trabajo diligente prospera” y que “el dar la milla extra” siempre tendrá su recompensa.

Así que, espero que los funcionarios en el gobierno, reflexionen y tomen decisiones que ayuden al aprovechamiento del “bono demográfico”. De lo contrario, este crecimiento vegetativo, se traducirá en emigración, desempleo, mayor pobreza, y aumento de la delincuencia, como ha ocurrido en los últimos treinta años. El país debe prepararse para aprovechar el segundo “bono demográfico” que es el que se dará con el aumento relativo de poseedores de riqueza en relación con productores, y evitar la concentración de riqueza en pocas personas como ha sucedido.

Los guatemaltecos tenemos que inscribirnos ya, a algún programa educativo, y tomar muy en serio, el ser mejores trabajadores, mejores ciudadanos, excelentes padres y/o madres de familia. Principiemos hoy…

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