IDEAS

Calamidad de Estado

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Esta semana capturaron a un exministro y a otras personas acusadas de utilizar granos contrabandeados para un contrato del Maga. Aunque se le ha hecho más énfasis al tema del contrabando, creo que lo que se debe analizar muy bien es la corrupción bajo la excusa de los estados de Excepción. Si no aprendemos la lección no nos debería extrañar que la administración actual haga lo mismo, ahora que también decretaron un estado de Calamidad.

Desde hace mucho tiempo venimos diciendo que los estados de Excepción se utilizan principalmente para robar a través de contrataciones corruptas. La administración del PP se lleva las palmas de ser una de las que más abusó de ellos, sin embargo ni es la primera ni será la última en aprovecharse de ese vericueto de la ley. Si se revisa más atrás, de seguro se encontrarán muchos contratos en la mayoría, sino en todos, de los gobiernos anteriores que cobijaron corrupción bajo los estados de Excepción.

Este caso es un buen ejemplo de los extremos a que se puede llegar cuando los funcionarios creen que pueden robar el dinero de los tributarios impunemente. Decretaron el estado de Calamidad y en un solo día hicieron una compra de casi Q500 millones que no tenía nada que ver con el supuesto objetivo del estado de Excepción. Según las investigaciones del MP, solo en esa transacción los corruptos se embolsaron por lo menos Q36 millones. Pero el escándalo no termina allí. Como la empresa a la que se le asignó la compra no tenía la capacidad suficiente para proveer los granos comprados, recurrieron entonces a comprárselo a una banda de contrabandistas. Por si esto no fuera suficiente, resultó que muchos de los granos vendidos al Gobierno bajo esta excusa estaban húmedos y tenían gorgojo. No solo no les importó robarse el dinero de los tributarios, sino que despreciaron hasta la vida de aquellos a quienes supuestamente ayudaban.

En resumen, se gastaron Q500 millones en nada productivo para los guatemaltecos, con excepción de para los corruptos involucrados en la transacción. Y no nos debería extrañar que además de todo lo que ya encontró el MP, adicionalmente no hayan entregado completa la cantidad de quintales que se pagaron, cosa que también se debería investigar, no solo en esta transacción, sino en todas las relacionadas con los programas sociales clientelares.

Creo que hay muchas lecciones que podemos aprender, si queremos, de este caso: a) los estados de Excepción se usan para facilitar la corrupción; b) los programas sociales clientelares se usan para justificar la corrupción; c) los estados de Excepción deben dejar de utilizarse o, a lo sumo, hacerlo sólo en casos muy específicos en donde exista una verdadera emergencia que realmente lo amerite; d) las compras bajo los estados de Excepción deben limitarse únicamente a cosas directamente relacionadas con las emergencias que los originan y, e) aunque en los estados de Excepción se puedan brincar las trancas de la Ley de Compras y Contrataciones, esto es por razones de celeridad, no es un cheque en blanco para que compren lo que se les dé la gana al precio que quieran; por tanto, una vez pasada la emergencia se deben auditar las compras realizadas.

Y todo esto hay que verlo en el contexto del estado de Calamidad actual. Ya salieron algunos funcionarios diciendo que van a aprovechar este para arreglar carreteras. ¿Qué relación tiene esto con el estado de Calamidad? ¿Qué otras cosas van a comprar bajo la sombra del decreto? ¡No podemos bajar la guardia!

Fb/jjliber

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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