Funcionarios del Ministerio de Economía dieron a conocer su idea de hacer del Parque de La Industria, un hotel y centro de convenciones “…para concesionarlo a una empresa o consorcio privado para su construcción y operación, y que el país pueda competir con el resto de naciones de Latinoamérica”. Empleados municipales indicaron que el informe de factibilidad ya fue aprobado. (PL21Dic2016P34)

Evidentemente desconocen que el terreno en que se asienta el Parque fue donado por la familia Samayoa para crear un espacio público. Entre las cláusulas está que no se podrá enajenar, hipotecar ni modificar.

A esos empleados municipales he escuchado opinar sin saber, como en este caso, la importancia del Parque; sobre el Centro Administrativo del Estado (CAE) impulsado por Anadie en las instalaciones de Fegua, imprudentemente decir que la municipalidad avala el proyecto, pues en las áreas libres instalarán a los vendedores de la 18 calle y así recuperar aquel importante tramo.

El pasado 24Jul2016 en el artículo titulado Parque de la Industria comenté: “En 1961 fue inaugurado… como respuesta a las políticas para el desarrollo impulsadas en el gobierno de M. Ydígoras Fuentes. Son más de 10 manzanas con servicios y edificios administrativos, restaurantes, concha acústica y salones para exposición con murales… de los maestros González Goyri y Dagoberto Vásquez. Destaca el monumento a la Industria en el punto más alto… la cascada y la fuente rodeados por seres acuáticos y personajes, conjunto creado por la imaginación del maestro Efraín Recinos.

“El parque estuvo abierto al público. Los vecinos y quien quisiera hacerlo podía entrar y salir a cualquier hora del día y de la noche. Pero ocurrió que, como otros tantos bienes del Estado, fue cedido a una de las primeras alianzas público-privadas (entidades diseñadas para que los privados usufructúen los bienes públicos), al Comité Permanente de Exposiciones (COPEREX) que lo cerró y desde entonces cobra por estacionarse y entrar”. La Feria del Libro de Guatemalteca 2016, por ejemplo, pagó Q650 mil por 10 días de uso del salón y cada visitante Q40 por estacionamiento”.

Como he mencionado en otras oportunidades, veo con desazón cómo inescrupulosos políticos llevaron al Estado a un punto de ineficiencia tal, que propuestas irracionales tiene cabida en cualquier esfera del gobierno. Los empleados municipales no creo representen el criterio del Alcalde, quien apoyó la recuperación del Centro Histórico que quienes lo ideamos y lideramos, dejamos servido en bandeja. La recuperación de la sexta avenida y el uso de la Avenida de Las Américas para el programa Pasos y Pedales de los domingos, surgen ante la falta de parques y espacios públicos, por lo que me parecería una incongruencia sacrificar el Parque de la Industria.

En cuanto a los funcionarios del Ejecutivo a cargo de los proyectos CAE y Parque de la Industria cabe preguntar al señor presidente, con el debido respeto, ¿de dónde los sacó? pues evidentemente no tienen idea de lo que es la sensatez y menos aún, cómo gobernar el país.

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