PLUMA INVITADA

Las causas del analfabetismo

César Augusto Sagastume

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Cuando el país afronta problemas de desnutrición, educación, salud, deterioro ambiental, delincuencia, violencia, abuso sexual y violaciones, seguramente los orígenes de estos están en la falta de una verdadera alfabetización, que sea reflexiva y logre concienciar a los oprimidos y olvidados, como lo manifestó en 1968 el pedagogo revolucionario y filósofo Paulo Freire en la Pedagogía del oprimido, aún vigente en sus reflexiones.

Alcanzar las competencias en un alfabetizado es saber relacionar el entendimiento de conceptos que nos llevan a la praxis de la lectura de teorías y leyes, base fundamental para construir nuevos conocimientos y hacer más fácil la solución de los problemas de salud, respeto, convivencia intercultural y dar valor a la individualidad, misión que corresponde a las instituciones educativas.

Una de las competencias básicas de aprendizaje, en el concepto amplio de alfabetización de calidad, es expresar oralmente las ideas y manifestarse con libertad, leer en forma reflexiva y escribir para recrear nuevos conceptos, a fin de poder comprender, analizar, discernir e implementar conocimientos, comprendiendo el significado de palabras, oraciones y párrafos de contenidos teóricos, para poder aplicarlos en la práctica y utilizarlos como fundamentos en el aprendizaje, para superar acciones que ayuden a mejorar las condiciones de vida.

La legislación sobre el tema ordena formar una junta integrada por los ministros de Educación —quien la preside—, Cultura y Deportes, Trabajo y Previsión Social; Salud Pública y Asistencia Social; Agricultura, Ganadería y Alimentación; Gobernación, el rector de la Universidad de San Carlos y el Consejo Nacional de Desarrollo, y se fundamenta en el artículo 75 de la Constitución, Ley de Alfabetización, decreto 43-86, y sus reformas 54-99, Reglamento de la Ley de Alfabetización, acuerdo gubernativo 137-91, pero únicamente se logra leer en el texto de una ley que debe considerarse una política nacional de urgencia; de lo contrario seguiremos con este mal crónico que nos roba la salud mental y nos condena a la opresión y explotación, y nos condiciona a obedecer mandatos de los opresores.

Conalfa tiene como visión “Alcanzar en el 2021 un índice de alfabetismo superior al 96%, dotando a la población alfabetizada de habilidades y conocimientos para que participe activamente en el mejoramiento de su calidad de vida y alcance su desarrollo, en respuesta a las necesidades socioculturales y económico-productivas”, pero cuando incursionamos en las áreas más desprovistas, la realidad es otra y la brecha de la disminución de porcentaje de este mal, para alcanzar la meta propuesta, se avizora que no será posible, al menos en el mediano plazo, porque la tendencia de la curva indica que se desacelera para llegar a cero.

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