SI ME PERMITE

Las dificultades siempre nos crean destrezas

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“El aprendizaje de la destreza involucra múltiples ejecuciones que perfeccionan paulatinamente la ejecución de la tarea”. Antonio Damasio

Cuando uno observa que la mayoría de los que lo rodean están buscando cómo hacer para que la vida les sea fácil y evitar las dificultades, se pregunta si eso es lo normal o bien puede haber otra alternativa.

Claro está que los que han estado dispuestos a enfrentar las dificultades que la vida presenta son los que se destacan para hacer la diferencia.

Normalmente uno busca ayuda cuando necesita para que le solucionen algún problema y recurre a los que entienden de ello para poder ayudarlo. Claro está que ellos no nacieron sabiéndolo, pero cuando se enfrentaron a la dificultad buscaron cómo superarla y eso mismo los hizo expertos.

Los especialistas son aquellos que aceptan los retos de la vida y no se acobardan, sino que desarrollan destrezas.

En este mundo somos diferentes, sea por capacidad o bien por intereses, pero cuando sabemos para qué podemos ser buenos enfrentamos la vida y avanzamos.

Por ello no hay ningún provecho en lamentar las dificultades que enfrentamos, sino que lo mejor es poder capacitarnos para resolverlas o bien buscar quién nos asista para suplir la necesidad.

La historia registra infinidad de personas que se han destacado por inventar algo simplemente porque primero vieron la necesidad y luego pensaron cómo suplirla.

Para una simple ilustración, cuando vemos las locomotoras que todavía se mueven con carbón y con una enorme caldera es porque alguien, observando un contenedor que estaba hirviendo y su tapadera vibraba de una manera constante, concluyó en que esa fuerza se podría aprovechar y de ese modo es como llegaron a inventarse las locomotoras que tienen una enorme fuerza para poder jalar los vagones con toda su carga.

Nada cuesta lamentarse por lo que no se puede hacer, pero es de sabios tomarse el tiempo y averiguar soluciones.

Muchos de los que nos rodean comparten lo que no pueden hacer y lo que no saben cómo resolverlo. Pero, por otra parte, muchos de los que nos rodean viven y se ganan la vida porque sí saben cómo hacerlo, y no solo lo saben, sino que cada día lo mejoran, al punto de ser expertos.

Muchos de los tecnicismos que usamos hoy fueron al inicio de lo más rudimentario, al punto de que se han perfeccionado al máximo.

Si cada uno de nosotros, en cada dificultad que vivimos, no la esquivamos, sino que buscamos alternativas para superarla, podemos llegar a ser expertos en la materia, y lo que un día fue una dificultad llega a ser una destreza que no solo beneficia a uno, sino que puede llegar a favorecer a muchos más.

Si pudiéramos visualizar qué sería del humano si todo lo tuviera servido y nunca tuviera necesidad. ¿Qué sería hoy? Con solo pensar que por tener hambre todos los días lo podemos superar no pidiendo y mendigando un pedazo de pan, sino más bien buscando un trabajo para poder satisfacer la necesidad de comer y muchas otras cosas también.

Sin lugar a duda la mendicidad no compagina con la dignidad humana. Es posible que tengamos diferentes limitaciones, pero estas no nos limitan, sino que nos hacen creativos para encontrar alternativas que en el pasado no se visualizaban.

Con este criterio podremos dejar una herencia que puede ir mejorando lo que logramos.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.

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