FAMILIAS EN PAZ

Poderosa influencia

|

La paternidad, ejercida de forma responsable, es una poderosa influencia en la formación integral de los hijos. Cuando falta el padre, causa un impacto negativo en sus vidas.

Un estudio publicado en 2014 en México por la Asociación Latinoamericana para la Formación y Enseñanza de la Psicología, buscaba conocer el impacto del padre ausente en la vida de estudiantes universitarias. Los resultados mostraron que sus vidas se vieron afectadas por sentimientos de soledad, ira, dolor, inseguridad, desconfianza, sentido de abandono, baja autoestima, vulnerabilidad, falta de apoyo emocional y económico.

¿Qué tan determinante es el vínculo paternal en la vida de un hijo? Para un niño es devastador no poder experimentar el amor paterno. Es tan importante como la madre pero de manera distinta. Existe un vínculo entre ambos que comienza desde que el bebé está en el vientre: aprenden a identificar su voz, una de las primeras palabras que aprenden a decir es papá y a partir de los dos años manifiestan su necesidad preguntando por él cuando no está en casa, buscando su atención, quedando fascinados cuando la obtienen.

La presencia del padre en el hogar y su participación activa durante la infancia tiene efectos positivos: desarrollan un mayor coeficiente intelectual, reduciendo la probabilidad de presentar problemas de conducta. Está comprobado que la mayoría de problemas emocionales y relacionales de los niños se debe en gran parte a la ausencia de la figura paterna que le ayude a moldear y guiar sus vidas. Esto ocurre cuando hay hombres demasiado ocupados en el trabajo, distantes, sin interés en proveer a sus hijos las herramientas necesarias para su desarrollo integral. En muchos casos, hay quienes han evadido la responsabilidad abandonando a su familia, generando un dolor y un anhelo permanente en la vida de los hijos.

Pero también hay quienes han ejercido la paternidad de forma responsable. ¿Cómo llegaron a convertirse en influencia positiva para sus hijos? En primer lugar han invertido lo más valioso: su tiempo. No los han llenado de cosas materiales, sino determinaron estar con ellos, desarrollando una relación cercana de tal forma que crean en ambas vías la necesidad de estar cerca. Los sacrificios se hacen cuando los hijos importan. Un buen padre jamás está demasiado ocupado para ellos.

En segundo lugar, han aprendido que lo mejor que un hombre puede hacer por sus hijos es amar y cuidar a su madre. El amar y respetar a nuestra esposa les brinda a los hijos un ambiente de seguridad y protección. En tercer lugar, los han instruido y disciplinado en amor. Han elogiado sus virtudes, enseñándoles a superar sus debilidades y a corregir sus errores.

En cuarto lugar, han aprendido a inspirar confianza. Han permitido a sus hijos que se acerquen y puedan expresarle abiertamente lo que piensan o sienten. Han sabido escuchar y evitar la crítica destructiva. El hombre sabio debe estar presto para oír, lento para hablar y tardo en airarse.

Finalmente, han buscado prioritariamente enseñarles a amar a Dios y a su prójimo. El mejor legado que podemos dejarles es modelar una vida que ame a Dios. Esto demanda que nuestro actuar sea coherente con los principios y valores eternos. No se trata de decir lo correcto, sino de vivir correctamente; no se trata de explicar los valores sino de vivirlos.

Este mes del padre, valoremos la paternidad responsable. Si la tuviste, dale gracias a Dios. Si tienes la dicha de tenerlo acércate a él, dile lo importante que es en tu vida. Hónralo, es uno de los mandamientos de Dios con una promesa implícita.

rolando.depazb@gmail.com

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: