REGISTRO AKÁSICO

Pompa y circunstancia en la cintura de América

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El Presidente Enrique Peña Nieto se había concentrado en buscar salidas y correctivos a situaciones normales en la marcha económica y social de la federación. Sopesando opciones, sabía escoger y defender la que consideraba mejor para su país, en especial las relativas a los hidrocarburos. Fiel a la tradición de seriedad de los políticos mexicanos, no buscó la estridencia y ni el escándalo.

Nunca en la historia de México, la figura del presidente había sido sobijada. Durante la actual administración se incrementó el ataque desde la periodista Carmen Aristegui hasta Brozo, el payaso tenebroso.

Aristegui lo acusó de carecer de moderación al beber alcohol, de la oscura adquisición de la casa de su esposa y hasta de la poca solvencia académica en la tesis de licenciatura. De allí en adelante, todos los que acuden a un medio de comunicación le tiran cualquier pedrada. De esa cuenta, el mandatario muestra la más baja popularidad entre los presidentes mexicanos.

Actualmente enfrenta la animosidad del nuevo presidente Trump. No es un asunto comercial, pues el déficit de la balanza comercial de EE. UU. con México es de US$63 millardos, mientras con el de Japón es de US$68.9 millardos y con Alemania contabiliza US$64.9 millardos, sin que reciban amenazas. Se explica porque en 2014 Japón invirtió US$373 millardos y Alemania, US$224 millardos, mientras que México solo invirtió US$18 millardos en los EE. UU.

Un asunto truculento consiste en que los narcoempresarios mexicanos están impulsando, a la par del negocio tradicional de la marihuana, la venta de opiáceos orgánicos y sintéticos. La venta de heroína y fentanilo se duplicó en los últimos dos años, así como las muertes asociadas con su abuso. En 2013 fallecieron 8,260 personas. La píldora de la muerte se vende bajo marcas falsificadas de medicamentos y hasta confites. Ahora no se trata de adictos en las cárceles o barrios bajos, sino de blancos anglosajones protestantes del medio oeste, base electoral de Trump.

Sin agotar los temas que explican la presión sobre México, se debe sumar la codicia de los millonarios por conseguir el petróleo del Golfo de México. Al parecer, las compañías petroleras no desean dar la cara en ese negocio y cuentan con el auxilio de negociantes rusos del petróleo. De donde, un México débil que ceda los derechos de explotación sirve a esos espurios intereses.

La federación mexicana se constituyó sin Guatemala. No obstante, durante la vida independiente ha existido una convivencia pacífica y solidaria. El mutuo respeto de gobierno y pueblos se ha mantenido inquebrantable. Por lo tanto, siguiendo esa tradición, el país debe, con lealtad, mejorar las relaciones sociales, políticas y económicas. Los migrantes nacionales deben viajar con seguridad y debidamente documentados. No vale argüir oportunistamente insultos a quienes ordenan la migración. Al contrario, se debe colaborar para que las corrientes migratorias sean ordenadas. Además de exigir el respeto irrestricto a los derechos humanos de los migrantes. Nuestro mejor interés consiste en buscar el mejoramiento de las relaciones de amistad, solidaridad y cooperación como muestra de buena vecindad. Se trata de un objetivo nacional de largo plazo.

Jamás debe pasar un cálculo político que signifique incidir en las discrepancias entre Trump y Peña Nieto. El país no está involucrado en nada. Quizás estos personajes no lleguen a un entendido. Pero como ha sido constante en la historia, desde el siglo pasado, México saldrá avante, en las dificultades que enfrenta su relación con EE. UU.

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ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.

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