ESCENARIO DE VIDA

¿Por qué quedarnos nosotros atrás?

Sin importar lo que la nueva administración del gobierno de Estados Unidos piense sobre el cambio climático, los esfuerzos de grandes potencias del mundo siguen su curso en el combate de este fenómeno creado —en una gran parte— por los humanos.

Amina Mohamed, Subsecretaria general adjunta de la ONU manifiesta que ya se vive un cambio transformador de nuestras sociedades hacia un mundo sostenible. Este comentario fue captado anteayer en el Intersesional Acuerdo de París, celebrado en Bonn, Alemania, por la ONU, en donde actualmente participan delegados de Guatemala, los que conforman el Comité de París en la “construcción de capacidades”.

El enfoque principal es la reducción de las emisiones de efecto-invernadero que todos los países han firmado en el Acuerdo de París. Lo que preocupa ahora son las nuevas disposiciones del presidente Donald Trump, de reducir los financiamientos hacia la investigación sobre el cambio climático. Trump ha cerrado departamentos completos dedicados al tema, y ha manifestado el querer retirarse del Acuerdo de París. Todo ello está causando mucha consternación, pues recordemos que EE. UU. es el líder mundial, por lo que los científicos opinan que la reducción de su aporte financiero puede afectar con impactos climáticos severos al planeta entero.

Sabiendo que quienes trabajan en cambio climático en EE. UU. no son apreciados, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha invitado a los investigadores, entrepeneurs, cerebros y expertos en el tema a moverse a ese país, donde trabajarán de la mano con otros científicos franceses y europeos. Les ha hecho saber que tomen a Francia como su país y que les recibirá con los brazos abiertos, ya que está dispuesto a invertir en innovaciones, en tecnología y en energía renovable al máximo para enfrentar juntos el reto del cambio climático.

Jorge Cabrera, quien es parte de la comitiva en Bonn, nos reitera que el papel protagónico lo tendrán los actores “no estatales”. Yo puedo augurar que esto es cierto, y que serán claves las ideas innovadoras con proyectos de energía renovable, o de adaptación al cambio climático. De hecho, todas las grandes corporaciones alrededor del mundo ya se están moviendo hacia las energías renovables.

Sin embargo, en Guatemala, vemos el sistemático ataque hacia las hidroeléctricas, que son las que ofrecen soluciones con energía renovable para contrarrestar el cambio climático. Por ello preocupa que sigamos retrocediendo en vez de avanzar. Si una hidroeléctrica hubiese fallado en sus procedimientos, como a veces ha sucedido, no quiere decir que sean malas y las debamos cerrar. Si son respetuosas con las normas exigidas, no tienen por qué disminuir el caudal de agua, ni dejar a las comunidades sin el preciado líquido, además de que bien manejadas no contaminan.

Oponerse a ellas es un error, pues estamos frente al mayor reto que jamás ha vivido la humanidad gracias al combustible fósil. Si se cierran las hidroeléctricas, la factura de electricidad se subirá a los cielos y volveremos a los tiempos de oscuridad.

El compromiso para combatir el cambio climático va en firme por la Primera Ministra de Fiji, Bula Vinaka, quien es la presidenta entrante en la próxima COP 23 de Bonn. Su visión es respetar la ciencia del clima, y las consultas de la presidencia de Marruecos en la COP 22 para que faciliten el diálogo en el 2018. Reitera su apoyo para que las naciones más vulnerables obtengan financiamiento en adaptación y energía renovable.

¿Seremos parte de las soluciones? Todos se seguirán moviendo hacia soluciones con energía renovable. ¿Por qué quedarnos nosotros atrás?

vidamordepaz@yahoo.com

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