CABLE A TIERRA

#YoNoSoyImpunidad

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El día arrancó como todo martes; con la rutina matutina y la preparación para salir al trabajo. De pronto, comienzan las llamadas. Las noticias en línea muestran que el trabajo del Ministerio Público y la Cicig sigue avanzando. Lo duro, esta vez, es que las capturas tocan a personas conocidas, algunas cercanas y queridas. Se vive la lucha contra la corrupción desde la perspectiva más humana. Doloroso sin duda, pero no es algo que impida que siga convencida de que es indispensable que esta lucha continúe y sea exitosa si queremos realmente tener todavía la posibilidad de una sociedad y un Estado diferente, al servicio de todos.

Lo que hagan el MP y la Cicig no será suficiente si el Organismo Judicial y la Corte Suprema de Justicia no apuntalan la lucha contra la corrupción. Al igual que el Congreso, el Organismo Judicial es como un castillo amurallado que ha resistido hasta ahora todos los intentos de depuración. Mientras ello no suceda, difícilmente veremos cambios sustanciales que hagan que quienes infrinjan la ley o quieran lucrar con recursos del Estado sepan que habrá verdaderas consecuencias. Por eso es tan importante todo lo que sucede en estos días, cuando la disputa mayor es la elección de Fiscal General y, más adelante, de una nueva Corte Suprema de Justicia.

Para ello es fundamental también que el #PactoDeCorruptos no domine dicha elección ni la de la Corte Suprema de Justicia. Es necesario que como sociedad lleguemos al punto de quiebre, en el sentido de que cambie drásticamente la correlación de fuerzas que, hoy por hoy, favorece a los promotores y reproductores de la corrupción, que controlan ese proceso. Si ellos ganan, podemos esperar un escenario de oscuridad y mayores retrocesos —a merced de la corrupción— para al menos los próximos 20 años. De ser así, la reconfiguración geopolítica en la que se inserta esta situación se dará, pero en lugar de convertir a Centromérica en un lugar de prosperidad, pasará a ser una enorme granja penal regional, a donde mandarán a quienes expulsen por delitos o se consideren indeseables en otras sociedades, pero también, un lugar donde los corruptos seguirán reinando y sometiendo a la ciudadanía trabajadora a las condiciones más execrables.

¿Qué actores deben intervenir y resumir con carácter urgente este rol de contrapeso y pivote para cambiar esa correlación de fuerzas? La ciudadanía, sin duda, pero, con sus débiles capacidades organizativas, sigue siendo el talón de Aquiles de este proceso. Su temor implantado a la participación política, su debilidad organizativa, su rápido descorazonamiento, impide que ejerza con vigor su papel. Hoy más que nunca urge ser apuntalada. Cada uno de nosotros y nosotras debe plantarse y decir: Adelante Cicig y MP; y mostrar que a pesar del trago amargo que significa para muchos, no seremos parte de la impunidad.

Igualmente, implementar otras medidas que impidan que el #PactoDeCorruptos se termine de enquistar en el país. Hay empresarios y empresarias que no han forjado su fortuna a costas del Estado, privilegios o actos de corrupción. Es hora de que salgan al frente con fuerza. Los cooperativistas: no creo que todos se hayan vendido al lado oscuro. Hay algunos políticos dentro del Congreso que comienzan a aglutinarse como contrapeso interno. Funcionarios públicos: a pesar de la horrenda imagen que una parte de la sociedad tiene, sí hay gente honesta, trabajadora y deseosa de un mejor Estado. Es hora de que nos levantemos todos y digamos #YoNoSoyImpunidad y signifique para algunos o para muchos dolores personales que habrá que afrontar en aras del sueño de lograr un país más digno para nuestros hijos.

karin.slowing@gmail.com

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