HAGAMOS LA DIFERENCIA

¿País colapsado?

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En el área rural las cosas han empeorado, el consumismo les ha alcanzado, ahora hay más preocupación por tener celular, por movilizarse en moto, que tener para la comida y lo esencial de la vida. Los proyectos “de desarrollo” y el Estado han regalado de todo, ahora se cree que es una obligación que el Estado proporcione lo necesario para vivir. Los padres de familia han perdido la vergüenza y permiten que sus hijos mueran de desnutrición. ¿Hasta dónde ha llegado el paternalismo del Estado y el apoyo internacional que ahora estamos al borde de la miseria en el campo? Las cifras de desnutrición, pobreza y pobreza extrema son alarmantes. Los índices de inseguridad son preocupantes. La cobertura de educación primaria viene en descenso, y continúa una tasa de analfabetismo avergonzante. El sistema de salud está colapsado.

En anteriores artículos he expresado que el país tiene “gran potencial”: abundantes recursos naturales, posición geográfica privilegiada, población noble, elevado potencial energético, alta biodiversidad, etc., pero lamentablemente el país ha sido secuestrado por grupúsculos mal intencionados que solo se preocupan por aumentar su riqueza o por obtenerla de manera fácil. La buena noticia es que la situación puede cambiar de manera rápida, al existir voluntad política y de las grandes empresas que deben comprender lo necesario de acabar con el círculo de pobreza, para aumentar el bienestar de las personas y tengan mayor capacidad de compra.

El gobierno debe repensarse, deben romperse todas las estructuras actuales, e iniciar un nuevo amanecer para el país. La forma de gobernar a través de tres organismos estatales debe analizarse y buscar eficiente organización, pues el desgaste de los mismos hace que nadie confíe en ellos, siendo el Legislativo el que genera mayor rechazo.

Se necesitan estrategias sencillas para llevar al país adelante, sin pretender que sean las únicas, propongo algunas que son vitales: 1. Incentivar la Educación a todo nivel y proponer metodologías eficaces, adaptadas a la realidad, que permitan un cambio sustantivo en la forma de educar. 2. Retomar acciones para buscar el desarrollo en el campo, realizar una extensión agrícola eficiente e invertir en infraestructura productiva masiva. 3. Hacer que las leyes se cumplan y respeten, sin excepciones. 4. Exigir que las personas que conduzcan el país sean probas y que hagan correcto uso de los recursos del Estado. 5. Transmitir principios y valores a toda la población para que podamos convivir.

Estamos ante una coyuntura interesante, a las puertas de un gobierno que no tiene compromisos financieros visibles, pero que puede ser fácilmente retorcido por las viejas estructuras enquistadas en la sociedad. La ciudadanía progresista debe ejercer su poder y estar vigilante ante las acciones del gobierno, y exigir cambios reales en la forma de conducir el Estado. Las redes sociales se han convertido en una forma de mantener informado y comunicado al pueblo. Todo esto debe aprovecharse para llevar al país adelante. Hace falta más que voluntad, hace falta sacrificio de nuestra parte y debemos estar dispuestos para apoyar a la nación.

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.