A CONTRALUZ

Pócima mágica

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CUANDO YA CREÍAMOS que se había agotado la vena inventiva del Gobierno para saquear las arcas del Estado, ahora aparece una historia más inverosímil que el cuento de Las habichuelas mágicas, de Andersen: la pócima mágica que limpiará el Lago de Amatitlán en un abrir y cerrar de ojos. La versión oficial dice que la sustancia de origen israelí que nos costará nada menos que mil quetzales cada litro —para un total de Q137.8 millones— dejará inmaculado el lago. No importa que ese cuerpo lacustre reciba a diario toneladas de químicos tóxicos y casi todos los desagües de las áreas pobladas de sus alrededores, con su caudal de porquería. Esa es la genial idea oficial que tratan de vendernos pero que la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de San Carlos se encargó de desbaratar.

LA USAC ALERTÓ sobre el riesgo que se corre por el vertido de un líquido no estudiado en el sistema acuático y cuya composición es secreta. Tan secreta como la existencia de la empresa M. Tarcic Engineering Ltd., cuya sede en Guatemala está en un taller de enderezado de vehículos y donde nadie atiende. No se conoce la experiencia de la compañía en otros países, pero sí se sabe que el Ministerio de Salud de Israel advirtió de que Hanan Elraz —fabricante de la pócima mágica— elabora “kits naturales” que “suponen un peligro para la salud”, por lo que prohibió la producción y venta de remedios contra el cáncer. Véase la nota del 3 de febrero del 2013 de The Jerusalem Post: http://www.jpost.com/Health-and-Science/Ministry-warns-against-use-of-Elraz-natural-kits

POCO A POCO ha salido a flote la componenda. En una citación en el Congreso, el 10 de marzo, Edwin Ramos, director de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán, informó que contrató a la empresa Tarcic por “recomendación” de la vicepresidenta Roxana Baldetti y su hermano Mario. A partir de ahí se entiende por qué la vicemandataria ha estado tan activa para tratar de convencernos sobre las bondades de la sustancia milagrosa al grado de ofrecer a los periodistas que los invitará a comer mojarras y ha ido al lago para oler el agua, acciones mediáticas que causan más dudas que certezas.

LAS DECLARACIONES oficiosas, sin mayor sustento científico, han generado reacciones. Acción Ciudadana ve un negocio oscuro, por lo que presentó una demanda penal contra Baldetti y solicitó un antejuicio en su contra por los delitos de abuso de autoridad y tráfico de influencias. La Usac dice que no existe un registro sanitario en el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente no ha exigido un estudio de impacto ambiental antes de comenzar a verter la sustancia en ese cuerpo lacustre. Estamos, pues, ante algo más turbio que las aguas del lago. Científicamente se sabe que la única forma de erradicar la contaminación en Amatitlán es eliminando las fuentes que la generan, como los vertederos industriales y domicialiares, pero nunca atacando solo los efectos, mucho menos con fórmulas mágicas, como las que venden en el transporte público a Q5 el frasquito.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.