CATALEJO

Política y enseñanza social de la Iglesia

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RECIBÍ UNA CARTA DEL padre Ángel Antonio Recinos Lemus, párroco de Mataquescuintla, en referencia al Catalejo “La riesgosa mezcla religión y política”. Dice: Comparto muchas de sus opiniones, particularmente en lo relacionado a la teocracia, al inadecuado uso del término “cristiano” y a que, en muchas ocasiones, la participación de los “no católicos” en la política guatemalteca no ha tenido resultados positivos. Los integrismos y fundamentalismos son malos porque deshumanizan, volviéndose contra la persona humana. Yo intitularía estas reflexiones “La fructuosa iluminación de la Enseñanza Social de la Iglesia (ESI) en cuestiones políticas”.

EL ESTADO LAICO, COMO fruto de la Revolución Francesa, no debe entenderse como absoluta separación, sino como una recíproca colaboración, de manera particular en los principios de la ESI, que iluminan el quehacer político. Por ejemplo, la rica iluminación al tema ecológico, la propuesta de los valores cristianos, que no colisionan con una verdadera democracia, o con los principios que basan nuestra Constitución Política. Esta relación puede ser comparada al principio básico del estado de Derecho, la separación de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

ENTRE LOS APORTES DE la ESI se mencionan: la necesidad de adoptar un modelo de desarrollo basado en la promoción y participación del bien común, fomentando la virtud de la prudencia, que indica: lo que se ha de hacer hoy, en previsión de lo que puede ocurrir mañana; el principio causante-pagador: somos responsables y tenemos que pagar por el daño que causamos; el de prevención: tenemos que prever las consecuencias de nuestro actuar, y adecuar nuestro comportamiento con miras al futuro; el de sustentabilidad y sostenibilidad: un desarrollo que satisfaga las necesidades actuales de los más pobres, pero sin poner en peligro las necesidades de las futuras generaciones. Un desarrollo en donde los aspectos económicos, sociales y ecológicos están interconectados.

EL REINO DE DIOS, EL gran proyecto de Jesucristo, es la categoría que une, o debería unir, a todas las Iglesias y abre al diálogo con los diversos actores sociales, siendo el fundamento de una ética civil, que humaniza y posibilita una sociedad humana, justa, fraterna, inclusiva y solidaria, lo cual es contrario a cualquier integrismo, proselitismo o fundamentalismo barato que termina destruyendo a la persona humana.

ESTO LLEVA A PLANTEAR una educación que se fundamenta en una ética civil, atenta al mínimo moral común de una sociedad secular y pluralista, cuyos contenidos hacen referencia a los derechos fundamentales, las preferencias axiológicas y las estimaciones morales básicas: mantiene la capacidad de “protesta” y “utopía”, fomenta el respeto, la tolerancia y el diálogo, posibilitando así la construcción de una sociedad libre, plural y abierta.

RESPECTO A LOS PROYECtos humanos que buscan edificar una nueva Guatemala. El proyecto: ¿humaniza?, ¿respeta la persona humana?, ¿aporta al bien común?, ¿crea un desarrollo integral, sustentable y sostenible, humano y solidario, intergeneracional?; ¿consolida a la Sociedad Civil o la fragmenta?, ¿genera una cultura de vida o de muerte?, ¿aporta a una nueva sociedad fundamentada en el amor, la verdad, la justicia, la paz, la solidaridad, la tolerancia, la transparencia, el diálogo, la participación comunitaria y la custodia de la casa común (la creación)?; ¿concibe el poder como servicio y, en el caso del poder público, se somete al Principio de Legalidad, en el marco del estado de Derecho o fomentan posturas abusivas, absolutas, excluyentes y despóticas?; ¿sus elementos son un antídoto para una falsa democracia, electorera, corrupta y clientelar? Fraternalmente, padre Ángel Antonio Recinos Lemus.

marioantoniosandoval@gmail.com

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.