DE MIS NOTAS

Populistas ricachones

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Hoy en día los populistas no pretenden esconder sus inclinaciones capitalistoides. Les encanta la plata que critican. ¡Abajo el capitalismo! —vociferan—, pero cada vez que pueden comen con glotonería ambiciosa del bolsón de billetes verdes.

Ahí están Lula, Kirchner, Rousseff, Evo, Ortega, Chávez, Maduro, y la lista continúa. Vamos. A los populistas les encanta acumular capitales. Y conforme se les caen las escamas demostrando el brillo verdadero se acuestan con los empresarios mercantilistas emergentes, repartiéndose toda clase de prebendas y bisnes estatales una vez instalados en el poder.

Ortega, socialista de fachada, capitalista mercantiloide de corazón, es el hombre más rico del Istmo. Más de US$2,331 millones provenientes de la cooperación venezolana en los últimos cinco años han sido usados discrecionalmente fuera del Presupuesto de la República. Hay rumores de que no tardará en “legalizar” las seudodonaciones petroleras como una deuda estatal.

No endiosemos a los populistas. También hay pillos que se dicen de derecha o seudoconservadores que salen tan bribones como los primeros. Al final del día, lo que tienen en común es el amor al dinero y el goce del poder.

En los últimos tiempos la conquista del poder judicial en Guatemala es la prebenda preferida de los primeros. De ahí salen los ansiados resarcimientos y canonjías vinculadas con las glorias y luces en las tablas internacionales. Por eso canibalizan a los militares con juicios premeditados, arreglados, planeados y con condenas pre escritas, aunque después se caigan.

Con una permisividad rayando en justicia porno, meten hasta supuestos fallecidos que votaron en elecciones en el 2007… (tuvieron que rechazarlo a regañadientes hace unos días); pruebas manipuladas basadas en excavaciones forenses dirigidas por exguerrilleros afines a su causa; testigos con caras tapadas que la defensa no puede interrogar dando como válidos sus testimonios.

Testigos que antes fueron acusados de violación y desaparición, y largos etcéteras que comprueban que todo es un circo, una gran zanahoria atada al hocico llamada “resarcimientos” y preseas de honor en el extranjero, con moñitos dinerarios atados por sus conquistas.

Ese ADN está enquistado en los movimientos latinoamericanos progres y en los satélites socialistas europeos y asiáticos. Y ahora se percibe, con toda claridad, un cambio de paradigma desarrollándose con la anuencia del imperio: Castro y Obama dándose la mano… Y un partido demócrata con el primer candidato abiertamente socialista jalando hacia la izquierda al Tío Sam, aún más de lo que lo ha hecho Obama.

Entonces se entiende por qué el proyecto de Reforma a la Justicia —inaugurado recientemente— tiene olor a presagio de venenillo populista. Huele a que “después de largas y convenientes discusiones públicas, en las que “el pueblo se ha pronunciado”, los magistrados escogidos para ordenar al sistema judicial en Guatemala al final sean una especie de Dream team conformado por gente como Claudia Paz y Paz, Yassmin Barrios, Miguel Ángel Gálvez, Gloria Porras y una estrella más atractiva políticamente y con menos color como Claudia Escobar.

Las consideraciones económicas en el ámbito populista pesan más que la ideología. Bajo ese prisma se entienden muchas acciones en pleno proceso de efervescencia. La Marcha por el Agua, lindísimamente orquestada para sacar a flote en calidad de alto perfil temas absolutamente impertinentes a la causa central, lograron ser puestos en el tablero político. Según los organizadores se les dio muy poca cobertura, pero una medición hemerocrítica de empresas de análisis y monitoreo de medios comprueba lo contrario.

¿Y el tema central? Bien, gracias. Ni un solo abordaje para resolver la salvaje deforestación de cuencas, la masiva contaminación de ríos por las municipalidades y vecinos río arriba, y ni una palabra sobre reforestación ni la responsabilidad de generar una conciencia colectiva sobre el medio ambiente.

Lamentable pero se cumple aquella máxima bíblica: “ el amor al dinero es la raíz de todos los males”.

alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.

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