LA ERA DEL FAUNO

Por qué la Cicig

Juan Carlos Lemus @juanlemus9

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La especialidad de la casa es el juego sucio. De ahora en adelante, el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Iván Velásquez, tendrá que blindar todavía más su vida privada. Gobiernos hay capaces de estrellar un avión lleno de pasajeros con tal de arruinar a un individuo.

No sería extraño que ya se le esté fabricando alguna amante, una denuncia por acoso. Es posible que se haga lo necesario para que uno de sus guardaespaldas “aparezca” involucrado en algún crimen, choque, secuestro, tráfico de armas, drogas o violación. Al Gobierno no le queda ya ni un argumento para dar por terminado el mandato de la Comisión. Para quienes lo dudaban, hoy tienen más pruebas del porqué Otto Pérez y Roxanna Baldetti más sus iguales la quieren fuera. Pérez dirá que su decisión sobre la continuidad estará amparada en el dictamen de la Instancia Coordinadora del Sector Justicia. Pero el caso tiene un plano de realidad y otro de fantasía.

En el de la realidad, vemos varios logros de la Comisión. El de esta semana fue un golpe magistral. La desarticulación de una bomba instalada en la cabeza del país explica, con números, por qué este camina cual zombi; por qué hay tanta miseria y por qué si no alcanza el dinero de recaudación se enriquecen exponencialmente los gobernantes, las cabezas de la SAT y el Secretario Privado de la vicepresidenta. Ese golpe habría sido imposible sin la Cicig.

En casos como el actual, cuando las pruebas de corrupción están a la vista, Pérez actúa de la siguiente manera: primero, baja el perfil. Juega un poco al pensador de Rodin, en tanto su vocero dice que está ocupado en asuntos del Universo. Luego, aparece y habla pausadamente, como lo hizo ayer en una breve conferencia de prensa cuando lució tenso, molesto, entrecortado, asegurando que su gobierno fue el que pidió a la Cicig esa investigación. Entre sus frases: “a Omar Franco lo influenciaron para ser parte de la estructura”. En referencia al Secretario Privado de la Vicepresidencia, Juan Carlos Monzón, hoy prófugo: “El error es confiar en las personas”. “Me dice la vicepresidenta que (…) este secretario estuvo presente en el acto [en Corea, a Baldetti le dieron un Doctorado Honoris Causa] En el momento en que ella se enteró eh… ya no estaba con ella, pero de ahí eh… se comunicó con él para decirle dos o tres cosas, primero, que si ya estaba enterado de la situación (…); segundo, que ella inmediatamente tomaba la decisión de acatar lo que estaban diciendo”.

En tanto desarrolla ese papel, hará que Baldetti hable más. La razón es obvia. Ella amenizará la desgracia ofreciendo alguna explicación bien extraña, rara, y Pérez recobrará la soberbia que lo caracteriza. Entonces, invertirá mucho más dinero en anuncios que lo dulcifiquen.

Pero esta vez será distinto. Es el inicio. Además, ya solo unos cuantos se oponen a la prórroga del mandato de la Comisión. Y de esos pocos, la mayoría tiene asuntos turbios.

#CICIGsi

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