CON OTRA MIRADA

Premio Carlos Mérida

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La licenciada Ana María Rodas, en su paso por el Ministerio de Cultura y Deportes, creó el Premio Carlos Mérida, con el fin de homenajear al importante conglomerado de virtuosos de las artes plásticas cuya obra, de trascendencia nacional, muchas veces pasa desapercibida, es incomprendida y hasta ignorada por falta de educación y apreciación de las artes, como también lo son la literatura y la música; el urbanismo y la arquitectura, que por obvias, se ven pero no se miran.

Guatemala es un país de contrastes en el que convergen expresiones de todo tipo y naturaleza. Tenemos a un Miguel Ángel Asturias, Premio Nobel de Literatura en un pueblo con más del 50% de analfabetas. Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, en donde la historia oficial termina en 1954 y se insiste en negar los horrores de la guerra librada entre 1960 y 1996. Por aparte, está bañado por dos océanos, atravesado por el cinturón de fuego con 32 volcanes, de los que al menos tres están en constante actividad, ofreciendo espectaculares erupciones, cuando no imponiendo el terror ante el movimiento de alguna de sus tres placas tectónicas e infinidad de fallas geológicas que nos hacen vulnerables ante el flagelo de los sismos. Tales condiciones dieron lugar a lagos, ríos, bosques y demás accidentes geográficos, que poco a poco nos hemos encargado de contaminar, deforestar y destruir.

Así mismo, las diferentes civilizaciones que han ocupado el territorio desde la noche de los tiempos han sido creativas y dejado huella indeleble, tanto física como conceptual. Desde vasijas de cerámica policromada, estelas talladas en piedra, impresionantes pirámides y pinturas murales, como la invención del cero y la escritura jeroglífica.

Su influjo es notorio en la mano de obra de la arquitectura colonial, como también en movimientos artísticos contemporáneos, tal el caso del Centro Cívico de la Ciudad de Guatemala, en donde las artes plásticas reflejan aquella riqueza, expresada con el lenguaje de su tiempo. El edificio del Crédito Hipotecario Nacional de planta cuadrada, con un espacio central, sintetiza la influencia del período colonial, de la misma manera que la distribución compositiva de sus edificios en torno a plazas refleja la del mundo maya.

Dentro de ese importante conjunto urbano-arquitectónico-artístico destaca la obra de Carlos Mérida, guatemalteco nacido en Quetzaltenango que alcanzó reconocimiento mundial en México, país que lo acogió y en donde trabajó hasta su muerte. Sin embargo, es en el Centro Cívico en donde produjo su más importante obra y creó los más grandes elementos artísticos bruñidos en esmalte y cobre en el mundo, producidos en Italia.

Encontramos obra suya realizada en mosaico veneciano en la plaza lateral de ingreso al IGSS, ahora venida a menos. En el cubo de ascensores de doble altura del Palacio Municipal y en cobre esmaltado en los bancos de Guatemala y Crédito Hipotecario Nacional, además de otros trabajos en otros materiales, diseminada en edificios y casas de habitación.

La creación del Premio Carlos Mérida se suma al Premio Miguel Ángel Asturias, dedicado a la creación literaria, de los que el Estado de Guatemala dispone para rendir homenaje a sus creadores.

jmmaganajuarez@gmail.com

ESCRITO POR:

José María Magaña

Arquitecto -USAC- / Conservador de Arquitectura -ICCROM-. Residente restauración Catedral Metropolitana y segundo Conservador de La Antigua Guatemala. Cofundador de la figura legal del Centro Histórico de Guatemala.