A CONTRALUZ

Saneamiento integral

|

AFORTUNADAMENTE LAS AGUAS volvieron a su cauce tras el escándalo de la pócima mágica que iba a “limpiar” la contaminación del Lago de Amatitlán en un abrir y cerrar de ojos. Tuvo que salir a flote un frente de científicos y el rechazo ciudadano para que el Gobierno diera marcha atrás en ese contrato que olía peor que la inmundicia que trataban de desaparecer con una fórmula marca patito. Aunque la vicepresidenta Roxana Baldetti anunció que se suspendía temporalmente el vertido del líquido infame, eso no quiere decir que olvidemos que este es uno de los momentos más repugnantes de la corrupción gubernamental porque nos querían ver cara de tontos a todos los guatemaltecos.

LA CARTA DE UN GRUPO de científicos es contundente al señalar que la recuperación y restauración de lagos en todo el mundo ha sido de décadas y no de meses. Aquí el engaño iba a ser peor. Me quedó grabada esa imagen de la vicepresidenta oliendo el agua del lago, como si en cuestión de días fueran a limpiarse las toneladas de porquería que llegan a la cuenca desde hace décadas. Por eso es importante que los expertos señalen que desde el 2012, cuando se impartió un taller para la definición de estrategias metodológicas para la restauración del Lago de Amatitlán, se definió que se debe atacar el problema de la contaminación desde su origen. Esa medida significa disminuir en forma radical las cargas de sedimentos y nutrientes que entran por el río Villalobos, el principal afluente de ese cuerpo de agua. Además, mejorar el tratamiento de aguas residuales, plantas de tratamiento, manejo de desechos sólidos y el aumento del uso de biofiltros.

LOS ESPECIALISTAS AFIRMAN que las autoridades no han tenido la asesoría (yo diría que nunca la buscaron) de un grupo multidisciplinario de expertos en el área científica, entre ellos biólogos, ecólogos, limnólogos, edafólogos, ictiólogos, ornitólogos, hidrogeólogos, químicos acuáticos y expertos en áreas de salud y legislación. De esa cuenta, la conclusión de los científicos es muy clara: “Debido a la problemática del Lago de Amatitlán, la única forma de lograr su recuperación ecológica a un estado cercano al natural, es mediante un proyecto integral y multidisciplinario que trabaje a nivel de cuenca alta, media y baja, y no únicamente en la porción del cuerpo de agua”.

EN EL TALLER EFECTUADO en el 2012, entre otros puntos, se señaló la necesidad de crear un sistema eficiente de tratamiento de aguas residuales y una de las ideas que surgió fue crear una sanción pecuniaria. En Alemania, por ejemplo, las municipalidades y las industrias pagan una multa por contaminar cuerpos de agua, lo cual se detecta con monitoreos constantes. A los empresarios de ese país les resulta más barato tener plantas de tratamiento efectivas que pagar por haber contaminado. Este es un momento crucial para Amatitlán y ojalá que la comisión científica que se integre logre avances significativos para detener el flujo diario de toneladas de suciedad que llega al lago.

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.